Por Juan Páez
Paradójicamente, a este punto solo se sabe que la temporada 2020 de las Grandes Ligas es incierta. Entre la pandemia del COVID-19 y la incapacidad de llegar a un acuerdo, aún nadie que no esté en el centro de las conversaciones entre Major League Baseball y la Asociación de Jugadores podría precisar una fecha exacta de un potencial inicio.
Esto deja las puertas abiertas a muchas preguntas, pero las que quizás tienen más peso son las relacionadas a los peloteros que serían agentes libres al finalizar este año. En cuanto a cubanos, hay varias figuras que tendrían asegurada su inmersión en el mar abierto del mercado.
El de mejor actualidad que podría probar suerte si su equipo no le renueva el contrato es Yulieski Gurriel. El primera base de los Astros de Houston está en el año final del contrato que firmó en 2016 por cinco campañas y 47.5 millones de dólares. En Swing Completo, ya mencionamos cómo podría perjudicar al Yuli que no haya zafra en 2020.
El veterano acaba de cumplir 36 años de edad y aunque viene de una gran demostración ofensiva en 2019, un parón hasta 2021 podría afectar sus aspiraciones salariales dentro de la agencia libre. Los clubes, lógicamente, se preguntarían si su aporte, a los casi 37 años que tenga entonces, podría ser similar o empezaría a descender naturalmente con la edad.
El caso de Yoenis Céspedes cobra todavía más importancia. Ahora mismo, parece estar en el limbo. El 20 de julio cumplirá exactamente dos años sin tomar siquiera un turno en las Mayores a causa de lesiones. Ya tiene 34 primaveras y su millonario vínculo contractual con los Mets de Nueva York está por expirar. Después de allí, no se sabe nada para él.
Lo cierto es que si no hay temporada de Grandes Ligas en 2020, la Potencia no podrá mostrar, antes de que venza su pacto, que aún puede jugar en el nivel más exigente de la pelota. Muy probablemente, entonces, le toque conformarse con un acuerdo de baja cantidad de dinero para realzar su valor con una eventual buena zafra.
Casos particulares
Yonder Alonso se enfrentará nuevamente a la agencia libre y tendría un horizonte no muy optimista si no se juega este año. El experimentado inicialista, de 33 años, fue uno de los isleños a los que más se les dificultó conseguir empleo antes de los Entrenamientos Primaverales. Al final, concretó una negociación de Ligas Menores con los Bravos de Atlanta y también estaba en el limbo en pleno Spring Training debido a los números que puso: un hit en 25 turnos legales (.040/.143/.040).
Para Alonso, la referencia que quedará tras esta potencial pausa de un año será una paupérrima campaña entre los Medias Blancas de Chicago y los Rockies de Colorado, además de una floja pretemporada en 2020. “¿Podrá seguir en las Grandes Ligas para 2021?” es una pregunta que hay que hacerse cuando se trata de Alonso, cuyo más reciente vuelacerca en la Gran Carpa fue el número 100 de por vida.
Otro que saltará a la agencia libre es Adeiny Hechavarría. Como Alonso, este también firmó con Atlanta, aunque fue un contrato de Grandes Ligas por solo un año. Lo que más fuerte que podría perder el parador en corto es jugar el año completo con un club que está destinado a asistir a la postemporada. El antillano dejó un buen sabor de boca en los 24 compromisos que disputó con los del Tomahawk en 2019 (.328/.400/.639).
José Iglesias podría unirse al grupo citado, pero tiene una opción en su acuerdo para volver a jugar con los Orioles de Baltimore en 2021, así que dependerá de ellos. Probablemente, sí ejerzan ese último año, debido a que quieren exprimir a Candelita como mentor del joven Richie Martin. Aunque si no lo hacen, como Hechavarría, no tendría problemas en conseguir donde jugar en la siguiente campaña.
Guillermo Heredia, que aunque fue firmado por los Pittsburgh Pirates no ha visto juego con ese uniforme, también se puede sumar a este listado.