Azules pierden una batalla, la guerra con La Isla no termina

Por Boris Luis Cabrera Este miércoles, los Leones capitalinos no pudieron tomar la plaza del Cristóbal Labra. Un viejo lobo de mar, próximo a cumplir los 43 años de edad, se encaramó en la lomita de las lamentaciones y anuló la artillería invasora por espacio de cinco capítulos. Wilber Pérez aceptó apenas cuatro cañonazos en […]

Por Boris Luis Cabrera

Este miércoles, los Leones capitalinos no pudieron tomar la plaza del Cristóbal Labra. Un viejo lobo de mar, próximo a cumplir los 43 años de edad, se encaramó en la lomita de las lamentaciones y anuló la artillería invasora por espacio de cinco capítulos.

Wilber Pérez aceptó apenas cuatro cañonazos en todo el trayecto y dejó una sola vez las compuertas abiertas del plato, mientras su aguerrida tropa, renuente a quedarse fuera de la lucha por los comodines, anotaba siete veces para seguir respirando en el campeonato.

Yordanis Samón y Yamil Rivalta estuvieron perfectos, pero los otros maderos azules callaron durante los seis episodios y un tercio que los continuos aguaceros y la luz natural permitieron jugar.

El guajiro del Dorado, una vez más “on fire”, se anotó un par de cohetes y un doblete en tres turnos al bate y el muchacho de Playa sonó dos sólidas líneas en igual cantidad de oportunidades, únicas acciones positivas a la ofensiva por los muchachos del “Rey” Anglada.

El jovencito Bryan Chi hizo lo que pudo, firme en el box durante cinco episodios aguantando con coraje a una batería rival hambrienta de peleas y apoyada por una fanaticada delirante, pero nunca llegaron los refuerzos y se fue a las duchas para ver desde la distancia como sus sustitutos José Armando Pérez y Elder Nodal, eran baleados por su adversarios.

Al final, los isleños se anotaron un total de diez imparables y dejaron a nueve hombres con ganas de anotar en las almohadillas en todo el trayecto, pero cumplieron el objetivo de defender a toda costa su territorio y de mantenerse unos días más con vida en la tabla de posiciones.

Jhony Hardy de 3-2 y la dupla de Alberto Calderón y Danier Gálvez repartiéndose cuatro incogibles a partes iguales en igual cantidad de veces al bate; llevaron el peso del ataque isleño.

Para rematar, y evitando estrategias enemigas de última hora, el director Jose Luis Rodriguez Pantoja trajo al montículo a Miguel Ángel Lastra, el hombre más ganador de la temporada, quien se apuntó su noveno éxito de la contienda sacando los últimos cuatro outs de la jornada.

Los Industriales, deben salir este jueves a la grama como si fuera el último juego de sus vidas.

No es un secreto, probablemente este sea el desafío más importante de todos los efectuados hasta ahora. Otra derrota, pondría en manos de extraños su posible pase a la lucha por los comodines.

Todos saben, y aun está fresco en la memoria, que esto no se le da bien a los capitalinos.

Nos vemos en el estadio.

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