Barcelona cae ante Dortmund pero avanza a semifinales de Champions

Michel Contreras

El Borussia Dortmund vendió cara su eliminación en Champions ante el Barcelona, que se abonó a la goleada de la ida para seguir en liza.

FC Barcelona

Ante su público, el Borussia Dortmund le amargó el 15 de abril al Barcelona al derrotarlo 3×1 en la vuelta de los cuartos de final de Champions League y quebrar el invicto culé en 2025, pero la corajuda faena resultó insuficiente para neutralizar lo acontecido en la ida del miércoles pasado.

Después de la goleada (4×0) del partido de ida, el Barcelona necesitaba controlar el ritmo del encuentro para asegurar su presencia en la siguiente fase de Champions, y por ende el DT Hansi Flick pudo hacer rotaciones en el once inicial que saltó al campo del Signal Iduna Park.

Así, Ronald Araújo entró por Íñigo Martínez y Gavi por Pedri, en tanto Gerard Martín ocupó el lateral izquierdo del lesionado Alejandro Balde. A la postre el objetivo de seguir en competencia se cumplió, pero primero hubo que superar el calvario de los compases iniciales.

Barcelona lo pasó muy mal

En el primer segmento del choque el Borussia Dortmund encajonó al Barcelona hasta el punto de vivir permanentemente en el área azulgrana, insistió e insistió, y en una de esas Wojciech Szczesny cometió un penal de libro que Serhou Guirassy (minuto 11) cobró con elegante eficacia.

El predominio de la escuadra local prosiguió a partir de entonces, apoyándose en llegadas a todo gas por las bandas y centros para la incorporación de los elementos de segunda línea.

Enfrente, desprovisto del cerebro de Pedri, el Barcelona era incapaz de generar acciones de interés, y para colmo varias piezas clave se prodigaban en deslices impropios de su categoría, empezando por un Lamine Yamal en su peor versión.

Tanta fue la autoridad ejercida por los germanos hasta el ecuador del duelo, que en ese primer tiempo tiraron siete veces al arco por ninguna del conjunto culé, algo que de acuerdo con MisterChip en su cuenta de X no le había sucedido nunca al Barcelona en dicho tramo de un juego de Champions.

Los catalanes eran una sombra del equipo que ha maravillado al mundo en esta temporada, y apenas al regreso de vestuarios Guirassy los volvió a vacunar (esa vez de cabeza) para meter una presión exasperante, alimentar en la tribuna el sueño de la remontada y avivar los fantasmas de las viejas pesadillas azulgranas contra la Roma y el Liverpool.

La fortuna obró a favor del Barcelona

Pero al menos en esta ocasión, el Barcelona gozó de esa buena fortuna que suele posarse en el bando de los grandes. Eso, porque cuando más agobiado se sentía el grupo con las arremetidas del Dortmund, un centro de Fermín se alió al mal despeje de Rami Bensebaini (minuto 54) para dar pie a un autogol que conjuró la incertidumbre.

La rebelión había finiquitado. No obstante, Flick se resistió a dejar espacio a la sorpresa y mandó al terreno a Pedri, paa luego meter a Ferrán en lugar del hoy estéril Lamine.

FC Barcelona celebrando

Desde ese momento los rojiazules dieron la sensación de tener amarrado el desafío gracias a la claridad ganada en el medio del rectángulo, pero (como si se estuviera rodando un filme de suspenso) fue el rival el que volvió a celebrar a través de Guirassy, quien rubricó el hat-trick aprovechando un error grosero de Araújo y puso al Barcelona a pedir la hora durante el resto del contencioso.

En el otro enfrentamiento de este martes, PSG también sacó pasaje para las semifinales a costa de Aston Villa, que venció 3×2 pero arrastraba el fracaso 3×1 de la ida.

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