Por Reynaldo Cruz
Las cosas que suceden a veces en el béisbol pueden dejarnos a todos sin palabras. Tal vez la disciplina que implique la acción más difícil de todos los deportes, batear, tiene la tendencia a mostrarnos el lado más humano y de camaradería, desde las mismísimas grandes ligas hasta en la Serie Mundial de las Pequeñas Ligas (Little League World Series).
El evento en cuestión fue publicado por la página de Instagram Jomboy Media, uno de los líderes en cuanto al análisis de videos se refiere, ESPN y otros medios, y tuvo lugar en un desafío entre Oklahoma y Texas East, cuando el lanzador de estos últimos, Kaiden Shelton, golpeó en la cabeza con una recta al bateador rival, Isaiah Jarvis.
El jugador de Oklahoma cayó al suelo llevándose las manos a la cabeza, pero por fortuna la pelota solamente le golpeó en el casco, arrancándoselo de cuajo. Posteriormente, llegó por sus propios medios al primer cojín, y fue entonces que se dio el momento más emocionante de todo el deporte al menos esta semana.
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Al percatarse de que Shelton estaba visiblemente afectado por el incidente, y que se encontraba en la lomita envuelto en llanto, el bateador-corredor Jarvis se quitó el casco y fue caminando hacia el montículo donde le dio un abrazo a su rival, como para hacerle saber que todo estaba bien. Al instante, los jugadores del infield y el coach de Texas East también llegaron al lugar para dar ánimos al serpentinero. Tanto los narradores como las personas en la grada (algunos se encontraban llorando de la emoción) coincidieron en que ese fue un gran momento. Hechos como este demuestran la grandeza de este deporte llamado béisbol, que ha sido capaz de unir generaciones y países por un bien común.
El mundo es un lugar mejor con jugadores y seres humanos como Isaiah Jarvis y Kaiden Shelton.