Céspedes, Tomás y José Miguel podrían beneficiarse de una nueva regla

Por Juan Páez Parece hoy una realidad. Es altamente probable que el bateador designado se implemente en la Liga Nacional para cuando sea que ocurra la incierta temporada 2020 de las Grandes Ligas y que pueda adoptarse permanentemente en el futuro. Gracias a esto, muchos bateadores veteranos o incluso jóvenes que no se destacan tanto […]

Por Juan Páez

Parece hoy una realidad. Es altamente probable que el bateador designado se implemente en la Liga Nacional para cuando sea que ocurra la incierta temporada 2020 de las Grandes Ligas y que pueda adoptarse permanentemente en el futuro. Gracias a esto, muchos bateadores veteranos o incluso jóvenes que no se destacan tanto a la defensiva como lo hacen con el bate podrían tener mayor cabida para ver acción en la Gran Carpa.

Todo indica que en caso de que finalmente esta medida sea aceptada e implementada para la venidera campaña, habrá al menos dos cubanos con grandes posibilidades de beneficiarse de ella. Yoenis Céspedes y Yasmany Tomás seguramente recibirían esta novedad con los brazos abiertos, sabiendo que podrían ver incrementado su tiempo de juego y sus posibilidades en la mejor pelota del mundo.

A Céspedes le vendría como anillo al dedo, debido a su tremendo historial de problemas físicos desde que llegó a los Mets de Nueva York. Es bien sabido desde hace semanas que la Potencia ha venido realizando actividades físicas y que estaría listo para jugar con los metropolitanos desde el inicio de la nueva zafra.

Pero ahora bien: un nuevo rol en el viejo circuito podría ayudar al nuevo mánager del club, Luis Rojas, a no arriesgar a Céspedes del todo usándolo en los jardines. Así, solamente utilizándolo a la ofensiva, podría resguardar un poco más sus piernas y disminuir las probabilidades de que vuelva a sufrir un problema físico.

En el caso de Tomás, esta podría ser la luz al final del túnel para él. Si se adopta el designado en la Liga Nacional, a los Diamondbacks de Arizona podría interesarles contar con el tremendo bate del Tanque en su orden ofensivo, sin sacrificar un buen nivel defensivo.

Abriéndose ese rol, los desérticos podrían finalmente darle uso al madero de Tomás sin tener que lidiar con las carencias con el guante del hombre que apenas participó en cuatro enfrentamientos de las Mayores en los últimos dos años. Esta campaña es la última del contrato del slugger, quien dio siete hits (con dos jonrones incluidos) en 17 turnos legales mientras estuvo activo el Spring Training.

Más oportunidades

Pero no solo las figuras cubanas actuales en la Gran Carpa podrían tener oportunidad. Hay dos hombres que le darían el visto bueno a esta nueva propuesta de Major League Baseball: José Miguel Fernández y Kendrys Morales.

El primero de ellos no encontró cabida en las Mayores. En 2018, su único año en el big show, apareció en 36 compromisos con los Angelinos de Los Ángeles y de Anaheim y después partió al béisbol coreano. En Asia tiene par de años a nivel de estrella con el Doosan Bears. En el torneo anterior ligó .344/.409/.483, con 49 extrabases y 88 empujadas en 144 choques, pero en lo que va de esta temporada tiene siete dobles, cuatro jonrones y 18 fabricadas en apenas 18 enfrentamientos (.480/.506/.733).

En cuanto a Morales, una mala actuación fue su final en las Mayores. El año pasado los Yankees de Nueva York lo despidieron a mitad de torneo y, hace un par de meses, acusó querer pasar tiempo con su familia y anunció su retiro de la pelota. Pero seguramente si alguien muestra interés en sus servicios, el industrialista querrá sacarse la espina y retirarse, ahora sí, por la puerta grande. Tiene 36 años y a su ofensiva podría quedarle algo.

La propuesta aún no ha sido aceptada. No se ha confirmado que habrá bateador designado universal en las Grandes Ligas en 2020, pero todo parece indicar que es una realidad que está más cerca de lo que muchos piensan. El último lanzador en tomar un turno pudo haber sido Gerrit Cole en el quinto juego de la Serie Mundial 2019, entre Astros de Houston y Nacionales de Washington. Pero amanecerá y veremos.