Hacia fines de los años 90 del siglo pasado, Rolando Viera se convirtió en uno de los mejores zurdos en activo en el béisbol cubano. Sin embargo, sus intenciones de emigrar a los Estados Unidos le pasaron factura ante los mandamases del deporte nacional.
En charla con Swing Completo, Viera rememoró algunos de los sinsabores que le dejó su pasó por los Industriales, a cuyos jugadores se les llegó a sugerir que le retiraran la palabra.
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“Prácticamente nadie del equipo me saludaba”, relató. “Yo había sido suspendido de por vida, vivía cerca de la Ciudad Deportiva y cuando pasaba por allí los únicos que me saludaban eran Vargas, Valle y De la Torre”.
La aventura del capitalino en el béisbol cubano comprendió seis series, pero si nos enfocamos en las tres últimas que dirimió, la estadística revela que ya había alcanzado la madurez como lanzador: entre 1997 y 2000, Viera posteó 21 éxitos ante 13 fracasos con notable efectividad de 2.77.
No obstante, ello no le abrió las puertas del equipo a los Juegos Panamericanos de Winnipeg ni tampoco al tope contra Baltimore Orioles, dos eventos que tuvieron lugar en 1999.
La directiva del béisbol cubano se cebó en Rolando Viera
Los mecanismos restrictivos del béisbol cubano lo habían colocado en su colimador. Coincidentemente, en ese mismo año se produjo la histórica remontada de Santiago de Cuba ante Industriales, escenario donde el zurdo también resultó relegado.
“Industriales estaba a un solo juego de ganarle la final del béisbol cubano a Santiago, pero se perdió 1×0 el partido del sábado. El decisivo sería el domingo y me tocaba lanzar a mí. Lo que pasa es que se sabía que a mí me había llegado el bombo para salir del país y no me pusieron. Inclusive un entrenador se me acercó y me dijo que yo sabía en lo que estaba y por eso no me iban a dar la bola”, dijo Viera.
Herido, su reacción inmediata fue venderle gorra, camisa y spikes a un norteamericano interesado en adquirirlos. Lo más irónico, quizás, vino después: “En el octavo inning, perdiendo 9×0, me quisieron poner a pitchear”, contó. “Y yo les dije que no”.
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Al año siguiente, Rolando Viera quedó fuera de la preselección de Industriales y supo que había sido suspendido de por vida del béisbol cubano. “Poco después me fui a la entrevista en la Embajada de Estados Unidos, me aceptaron y me fui”.
Tras partir de Cuba, el zurdo firmó con Boston Red Sox y entre 2001 y 2002 jugó en varios niveles del sistema de Menores de la organización. Una vez liberado, pasó por ligas independientes y aun realizó una efímera incursión en la Liga Mexicana del Pacífico.
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