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Tantos y tan buenos camareros ha tenido el beisbol cubano, que nada menos que tres tienen espacio entre los diez mejores de las Series Nacionales en el indicador Carreras Producidas (CPR), estadística que valora la cantidad de anotaciones que un bateador le aporta a su equipo.
A estas alturas, usted seguramente habrá pensado ya en Antonio Pacheco, el legendario Capitán de Capitanes de los equipos santiagueros y nacionales. Y sí, claro está, Don Antonio aparece en el Top 5, pero fuera de las dos primeras posiciones.
Así mismo. Tras sumar las anotadas (CA) e impulsadas (CI) y restarle los jonrones conectados, le cuento que la cima en la estadística en cuestión le pertenece al tunero Danel Castro, quien pasó la mayor parte de su larga carrera en la intermedia pese a jugar también en las paradas cortas e igualmente asumir roles de bateador designado.
Danel Castro, un imprescindible del beisbol cubano
Segundo de todo el beisbol cubano en materia de CPR, Danel exhibe un elevado 2526 que deriva de 1399 CA y 1379 CI, y aventaja en casi 200 puntos a su escolta en la posición analizada, el habanero Enrique Díaz.
Indiscutible rey de bases estafadas en los campeonatos domésticos, Enriquito fijó su número de carreras producidas en 2338 sobre la base de una asombrosa capacidad para darle la vuelta al infield, la cual desembocó en el liderato cubano de anotadas (1638).
A esa receta le agregó 731 remolques y por ese camino quedó por delante del camarero más integral que disfrutó el beisbol de la isla, Pacheco, quien dejó un CPR de 2278 tras pisar 1258 veces el home plate y subir 1304 rayitas a la registradora.
De modo que los tres estelares mencionados integran el podio de la posición. Pero como se trata de una base bendecida por el talento, quienes les siguen también hicieron historia de la grande en los clásicos domésticos. Se trata de un slugger nacido en Güira de Melena, Oscar Macías, y un portento defensivo que supo usar correctamente el bate, Juan Padilla.
Camareros grandes han sobrado en el beisbol cubano
Macías, quien vive una complicada situación en Estados Unidos, es el típico caso del pelotero subestimado por un sector de público que se va tras los cantos de sirena de la prensa, ignorando que el hombre es el camarero con más jonrones (286) en el beisbol cubano.
Pues bien, el fornido exjugador de los Vaqueros sentó un CPR de 1918 a partir de 1124 CA y 1080 CI, y con ello echó tierra por medio con respecto al fulgurante Padilla, autor de 1725 carreras producidas (961 anotadas y 913 impulsadas).
La elocuente estadística revela que el camagüeyano Sergio Quesada (1675) es el sexto segunda base más productivo del beisbol cubano, seguido por el pinero Alexander Ramos (1585) y el pinareño Yobal Dueñas (1464).
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Michel Contreras González
Periodista deportivo con treinta años de carrera. Graduado de Comunicación Social en la Universidad de La Habana, ejerció el periodismo en medios como Juventud Rebelde, Bohemia y Cubadebate antes de adherirse a la llamada prensa independiente, para la cual ha sido colaborador de la página deportiva en Oncuba, Cibercuba y Cubanet. Artículos suyos han aparecido en varias publicaciones extranjeras de habla hispana. Obtuvo numerosos premios en concursos de carácter provincial y nacional. Tiene publicados los volúmenes “Dioses Paralelos” (Ediciones Loynaz) y “Vuelos de Gavilán” (Unos y Otros Ediciones). Apegado fundamentalmente a la crónica, el comentario y la entrevista, la mayoría de sus textos versan sobre béisbol, fútbol y ajedrez, sin desdeñar el boxeo y el atletismo.
Esa estadística es válida para evaluar una carrera, pero hay que dividirla entre las veces al bate para evaluar su efectividad como bateador. Basta ver a Enriquito en esa lista para darse cuenta que no tiene nada que hacer en esa lista de excelencia.