La progresiva emigración de talento del béisbol cubano sigue su curso indetenible. Recientemente tocó el turno al lanzador Kevin Rosales Hernández, un joven pitcher santiaguero que intervino en los clásicos domésticos y que en agosto de 2018 formó parte de la selección nacional sub-15 que intervino en la Copa Mundial de la categoría.
De acuerdo con el sitio Cubalite, Rosales arribó a Estados Unidos a inicios de este mes mediante el CBP One, luego de una estancia de aproximadamente dos meses en México.
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“Uno de mis objetivos es continuar con mi trayectoria deportiva en este gran país, si me dieran la oportunidad”, le dijo a Cubalite. “En el tiempo que estuve en México nunca tuve la posibilidad de jugar en otra liga, por eso tengo muchos deseos de hacerlo en Estados Unidos”.
Ahora con 21 años, el promisorio lanzador emergió con fuerza en el béisbol cubano, hasta el punto de vestir la camiseta del equipo que en el referido año viajó a Panamá para dirimir la lid universal bajo la batuta del desaparecido mentor Dany Valdespino.
Allí Cuba terminó en el quinto puesto tras archivar triunfos sobre Países Bajos, República Dominicana, Japón, Sudáfrica y Australia en la preliminar, y sucumbir después versus Panamá, Estados Unidos y Taipei de China en la Super Ronda.
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Kevin Rosales, nueva baja en el béisbol cubano
“Hacer ese equipo fue el primer logro en mi carrera”, le comentó Rosales a la misma fuente. “Llegué a ese nivel siendo un niño y aporté a mi conjunto una victoria y un salvamento”.
En el certamen el muchacho tuvo tres salidas como relevista y se apuntó el éxito a costa de los japoneses así como el rescate ante los neerlandeses, aunque también la derrota frente a la selección taipeyana. Su efectividad fue de 3.71, le batearon .150 y recetó 6 ponches en 5.2 innings.
“Ya luego debuté en la Serie Nacional con mi provincia de Santiago de Cuba, algo que para mí fue un gran logro, sobre todo porque contribuí a algunas victorias de mi equipo. Eso es una meta que todo pelotero quisiera alcanzar en el béisbol cubano”, sostuvo.
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El derecho indómito arribó muy temprano al béisbol cubano de primer nivel, y pasó por par de Series Nacionales en las que subió al box en 40 ocasiones con saldo de 3 triunfos, 4 fracasos e igual cantidad de juegos salvados.
En ese lapso los bateadores le promediaron .327, dejó efectividad de 4.27 y tuvo una relación ponches/boletos de 1.12. Además tuvo un paso efímero por la segunda versión de la llamada liga Élite.
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