Por Swing Completo / contacts@swingcompleto.com
Mucho se ha comentado sobre este suceso, pero hoy les contaré realmente como sucedió todo, tal y como fue, según me lo ha confesado el 14, el gran Luis Giraldo Casanova.
Eran los años de la década del 80 del pasado siglo. Se efectuaba en el Guillermón Moncada una crucial serie entre Pinar del Río y Santiago de Cuba, equipos que marchaban empatados en la Tabla de posiciones, cuando restaban apenas seis juegos para la conclusión del campeonato.
Braudilio Vinent, en ese momento, era entrenador de picheo de Santiago y muy amigo del mítico 14. Entonces, se apareció al dormitorio de los pinareños en el Guillermón y se lleva a Casanova y a Rogelio García, a quien le tocaba lanzar contra José Luis Alemán, en su año estelar. Junto a ellos van, para cuidar a Rogelio, Julio Romero y Jesús Guerra, ya entrenadores de los pativerdes.
Vinent los lleva a la mismísima fábrica de Cervezas en Santiago d Cuba y allí comienza la odisea, a las 12 del mediodía. Botellas van y vienen, acompañados de suculentos bistec de cerdos. Ya a las 4 de la tarde, «El Ciclón de Ovas» cayó noqueado. Parten a la casa de «El Meteoro de La Maya», donde continúa la trama de Braudilio.
A las 7:30 pm, regresaron al Guillermón. Rogelio para la cama y por él a lanzar Faustino Corrales. Casanova se da un baño y Jorge Fuentes lo miró con duda. «¡Ponme, que yo estoy entero!», le dijo el 14 al gran director. Dio unas carreras y liberó líquidos.
Por el banco de los orientales, Vinent también llegó a dormir al estadio, estaba «en coma».
Primer inning: Se escuchó la contraseña de Omar Linares y Casanova. «¡Panchita está en San Juan!». Panchita es su mamá y significa que el tercera base está bien lejos. Toca la bola «El Niño» y ni tiran. Habían dos outs y viene el monstruo.
Casanova dio un batazo enorme, uno de los jonrones más grandes en la historia del Guillermón. La bola se fue por encima del techo y cruzó el parqueo. Pinar arriba 2×0.
Vinent se despertó de su resaca en el quinto episodio. Miró para la pizarra y observa PRI 2-0 SCU. Pinar solo con dos hits. «¿Y esto cómo es? ¿Qué pasó aquí?», pregunto «El Meteoro». Y un compañero del equipo le respondió: «Na´, es que uno fue del 14, directo al parqueo, por eso Pinar gana 2×0.»
Entonces, Vinent, entre risas y enojo, dijo: «¡Ni a un doble lo invito más! Se tomó todo el ron y se comió toda la carne y mira tú el clase de palo que dio».