Por Robiel Vega
Por primera vez, desde que los hermanos Gurriel llegaron a las Grandes Ligas, hemos podido disfrutar de una temporada donde sus rendimientos han sido tan parejos. Si bien es cierto que el Yuli tuvo una primera mitad de temporada arrolladora y no así su hermano menor, lo cierto es que Yunito ha recortado diferencia y con una segunda parte de ensueño, ha colocado cifras de respeto, en algunos casos, similares o superiores a las de su “Big Brother”.
El “Piña Power” se ha podido disfrutar tanto desde Houston como desde Toronto, siendo el acápite de las carreras empujadas en el que más paridad muestran, con una leve diferencia para Yulieski de 73 por 71, diferencia que se ha ido recortando ostensiblemente en los últimos 11 partidos, en los que el out fielder de los Blue Jays ha remolcado un gran total de 16 carreras, por sólo 3 el inicialista de los Astros.
En departamentos de poder como los jonrones (Yunito 17 y Yuli 14), extrabases (Yunito 44 y Yuli 42) y poder aislado o ISO, que no es más que el resultado de la resta entre el SLG y el AVE, (Yunito 180 y Yuli 153), el menor supera al mayor, aunque como se puede apreciar, por márgenes muy estrechos.
Yuli, por otra parte, domina en hits, 142 por 125, anotadas, 71 por 51, producidas, 130 por 105, dobles, 28 por 25, boletos, 55 por 28, OBP, 380 por 322, SLG, 462 por 460 y OPS, 842 por 782. Siendo, de manera integral, el rendimiento de Yulieski superior al de Yunito, aunque todavía quedan algunos partidos y los picos de rendimiento de ambos atletas andas por lugares muy distantes.
Lo que es innegable es que ambos bateadores tienen una calidad extraordinaria, Lourdes Jr. aún con mucho camino por delante y su hermano, escribiendo las últimas páginas de una legendaria carrera; aunque no creo que este sea el último año para Yulieski en Las Mayores, a pesar de sus 37 años. Su rendimiento y forma física hacen pensar que, al menos, debe quedarle un año más.
