Poco a poco el villaclareño Aledmys Díaz está encontrando su forma ofensiva y el mes de julio ha sido la prueba fehaciente. Sus números van en alza y ya ha logrado superar o igualar todos sus anteriores registros mensuales en esta temporada.
Su inicio fue irregular, con un abril para el olvido en el que sólo bateó para .160, con un OBP pobre de .250, un cuadrangular y tres remolques; luego mejoró un poco en mayo, con una línea ofensiva de .273/.273/.341/.614 (AVE/OBP/SLG/OPS), elevando su número e impulsadas a siete y sumando otro bambinazo.
Junio volvió a ser deficiente; bajó sus números a .227/.277/.318/.595, apenas remolcó cuatro en 14 juegos y sumó su tercer bambinazo. Pero llegando el cuarto mes de la campaña las cosas comenzaron a cambiar; su producción jonronera se elevó (3), así como las empujadas (7), de igual manera se ha logrado mantener sobre 300 (.301), gracias a sus 16 imparables en 53 veces al bate; además, su OBP ha sido fabuloso (.383) y su slugging por encima de 500 (.585), consolidan un mes que ha sido redondo para él.
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El choque de este domingo, 24 de julio, entre los Astros de Houston y los Marineros de Seattle fue el ejemplo perfecto de su resurgir ofensivo. Con par de imparables en tres turnos, un boleto y par de anotadas, fue uno de los eslabones fundamentales para que los Siderales se terminaran imponiendo con pizarra de 8×5.
Su primer cañonazo llego en la alta de la segunda entrada, abriendo tanda y fue un rolling fuerte por todo el centro del terreno. Luego de otro sencillo de Chas McCormick, anotó gracias a doblete de por regla del hondureño Mauricio Dubón. Una entrada más tarde volvió a conectar imparable, pero esta vez al izquierdo, que estuvo a punto de remolcar a su compatriota Yulieski Gurriel.
Ya en las postrimerías, en la alta del octavo, negoció un boleto que le permitió anotar su segunda carrera en el choque, remolcado por caonazo de Martín «Machete» Maldonado.
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A pesar de su repunte, sus cifras generales siguen siendo discretos (.241/.300/.377/.677), en un total de 60 partidos. Pero lo más importante es que se quedó a un sólo hit de llegar a 500 imparables en su carrera en las Grandes Ligas y de convertirse en el cubano número 38 en lograrlo en la historia de la MLB.
Además, sería el tercer villaclareño salido de las Series Nacionales en lograrlo, luego de los 1057 de Yuniesky Betancourt y los 617 de Leonys Martín.
