La modalidad de Play In resulta sumamente atractiva para muchos aficionados del baloncesto de la NBA, pues para algunos equipos significa que un juego dirimirá si sigues en competencia o si se termina una larga temporada que consistió de 82 encuentros en la ronda regular.

Así sucedió este jueves con el encuentro que midió a Chicago Bulls con Atlanta Hawks. Los primeros se clasificaron a esta instancia luego de situarse en la novena posición de la tabla con marca de 39-43. Mientras que los «Halcones» terminaron en la décima casilla de la Conferencia Este con récord de 36-46.

El escenario fue el United Center de Chicago, recinto que vivió las épocas doradas de la dinastía de Michael Jordan en los años 90, cuando obtuvo seis campeonatos. Ahora 26 años después de aquel último título, los «Toros» buscaban salir airosos para seguir con opciones de estar en las Series de Playoffs de NBA.

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Un ritmo frenético fiel al estilo NBA

Ambos equipos estaban jugándose la temporada en este encuentro. Sin embargo no se guardaron nada y mostraron un alto ritmo ofensivo que se vio reflejado en el 73-67 con el cual se fueron al descanso. En ese momento Bulls se encontraba arriba en el marcado con 18 puntos de su figura, DeMar DeRozan, su líder a lo largo de la campaña.

Mientras que en Atlanta, Dejounte Murray tomó la batuta al comandar la ofensiva con 23 unidades en la primera mitad. Un aporte muy necesario, pues la estrella de Hawks, Trae Young solo hizo 10 unidades en ese lapso.

Este tónica para nada cambió y lucían precisos al momento de lanzar al canasto. Sin embargo, los locales supieron establecer una clara ventaja y falta de 12 minutos para el cierre, la pizarra estaba 110-92. Una ventaja sorprendente para un partido de eliminación directa.

En el cuarto final no hubo opciones para la visita y Chicago Bulls se mantiene en carrera al imponerse con marcador de 131×116. Ahora se medirá a Miami Heat el viernes 19 de abril para conocer quién se meterá en las Series de Playoffs ante Boston Celtics.