Por Alexander García
Recientemente el Canal Tele Rebelde colocó en el espacio Beisbol Internacional, el juego Cuba vs Japón, correspondiente al tercer Clásico Mundial de Béisbol. Una tromba de emociones, de sensaciones encontradas volvieron a destaparse y a todas luces pudiera parecer un gesto bondadoso, la última bomba en parrilla de programación, etc., etc., etc., pero no, como en todo, la cuestión va más allá.
¿Por qué el domingo en la noche?, rompe la pregunta y aunque a simple vista parece disociar, no es tan así; pues el horario coincidía con policiacos, películas y otros temas más prominentes que alejan al público de un posible interés por ver el juego; sin dudas algo bien pensado -nos hacemos los que escuchamos al pueblo y lo ponemos cuando mejor convenga.
No es descabellado, al menos para mí, pensar eso, pues sin ser absoluto pudiera decir que el centro de atención de la teleaudiencia en el país no estaba allí con el partido. La memoria es corta y aunque ya hacen siete años de aquel Clásico Mundial, los peloteros que integraban la selección criolla son figuras prominentes en el béisbol mundial al día de hoy.
¿Y qué? Pudieran preguntarse, bueno, sencillo, está más que demostrado que a los del poder informativo -oficial- no les conviene darle mucho bombo y platillo a esos peloteros que “desertaron”, bla, bla, bla…
Estimados lectores, más allá de políticas editoriales, de burdas patrañas informativas, más allá de todo eso; lo importante fue poder ver otra vez a esa pléyade de jugadores que brillaron en aquel Clásico Mundial; buena parte vinculados o con estadía en equipos de MLB, José Abreu, Medias Blancas, Guillermo Heredia, Piratas de Pittsburgh, José Miguel Fernández, transitó por los Angelinos de Anaheim antes de llegar a los Doosan Bears de la KBO, Erisbel Arrebarruena con los Dodgers, Yuliesky Gurriel, con Astros de Houston, Yasmani Tomás con los Arizona Diamonbacks, Odrisamer Despaigne -no subió al montículo en todo el evento- Padres de San Diego, Marlins de Miami, Angelinos y Medias Blancas, así como Rasiel Iglesias, con los Rojos de Cincinnati; casi el 70 por ciento de los regulares en aquel entonces.
Con sutil maestría, lógicamente maquiavélica, en los medios nacionales te dan flashazos noticiosos sobre estos peloteros y su realidad actual, hacen ver que si atienden el pedido popular reponiendo partidos así. ¡Bárbara manera de manejar la memoria y distorsionar todo!
Aún no acabo de entender la razón, por la cual no se le dedica la importancia que tienen estos peloteros que brillan en Grandes Ligas u otros torneos profesionales importantes, siendo este un país de béisbol, generando el béisbol noticia tras noticia aún en medio de la pandemia. ¿En qué programa o espacio salen reflejadas las actuaciones de Ariel Miranda, José Miguel Fernández u Odrisamer Despaigne? ¡Ahh! Y no es leer un lead informativo o decir escuetas estadísticas, me refiero a trabajos bien argumentados, tal como se puede leer en los medios alternativos de internet. ¿Qué justifica eso? ¿No es noticia?
Volviendo al problema inicial, la censura sobre los jugadores ya mencionados, todos con protagonismo en ese tercer Clásico Mundial, esa censura es algo muy bien pensado, pues para el patrón oficialista en la Isla, todo respecto a ellos debe ser apagado y que den una razón o demuestren un ejemplo concreto, un argumento de peso, donde se pueda ver que hablar de los cubanos en Grandes Ligas u otros certámenes profesionales es algo normal.
Las dudas, el escepticismo extremo, vuelven a emerger, regresan a la palestra y dictan la orden del día. ¿Un deja vú?, ¿el eterno retorno? Diga usted…
Nos vemos a la vuelta.