Una de las provincias históricas en el béisbol cubano es, sin duda alguna, Villa Clara. Casi siempre vestidos de color naranja, los peloteros del centro de Cuba, no solo han coloreado los terrenos cubanos con su llamativa imagen, sino que han sido protagonistas de importantes logros en las Series Nacionales.
Considerados por muchos como el equipo más estable de la pelota antillana pues su presencia en la postemporada siempre fue casi un hecho precompetencia, los Azucareros o Leopardos, como hoy se conoce al conjunto villaclareño, lograron titularse en tres ocasiones consecutivas como campeones de Cuba, en 1993, 1994 y 1995, dirigidos por Pedro Jova (quien regresa al banquillo para la serie 61), llenando de júbilo a sus seguidores.
Antes, los anaranjados habían triunfado en 1983, bajo la guía de Eduardo Martín Saura, mientras que, en 2013, obtuvieron su quinto y último título nacional, tras 18 años de espera, al vencer al Matanzas de Víctor Mesa en la final, con Ramón Moré como timonel y Ariel Pestano de protagonista con su histórico jonrón con bases llenas.
Sin embargo, ya han pasado ocho años y Villa Clara no repite. Y no solo eso, en las últimas dos campañas, ni siquiera han clasificado a los playoffs. Dos veces consecutivas han concluido en el decimotercer puesto de la tabla, con más derrotas que victorias, lo cual no refleja la calidad histórica de la provincia.
Esta situación ha provocado una alarma en las autoridades del beisbol villaclareño, quienes se han dado a la tarea de reforzar el equipo, a toda costa, con vistas a la edición 61 de la Serie Nacional. Para ello, han abierto las puertas a peloteros de otras provincias y contactando con algunos que juegan en el extranjero.
Dicho accionar ha sido fuertemente criticado en las redes sociales por muchos seguidores del equipo y de la pelota cubana en general, quienes incluso han tildado de “desesperado” el proceder de la provincia, intentando rescatar el prestigio que tiene el beisbol naranja. Sobre el tema, Ramón Moré, actual Comisionado Provincial de beisbol, ofreció declaraciones a la televisión cubana recientemente.
«Nosotros no estamos haciendo ningún casting», aclara Moré. «A raíz de los malos resultados obtenidos en las dos últimas Series Nacionales, nos hemos dado a la tarea de tratar de revertir eso. Para eso estamos trabajando, pero no haciendo casting, sino un pesquizaje a los atletas que nos pueden servir a nosotros (para comenzar a cumplir nuestros objetivos».
«Es cierto que se han acercado atletas de otras provincias como La Habana, Matanzas, Granma, e incluso de Santiago de Cuba Se han estado comunicando con nosotros porque quieren venir a aprobarse aquí. Esa es una posibilidad que da la Dirección Nacional de Beisbol (de Cuba) a partir de esta temporada, que los atletas que no juegan en su provincia, tengan el deseo de probarse en otra y se han aceptados, pues pueden hacerlo».
«Nosotros tenemos aquí a varios atletas (en esa situación), que si hacen el grado y están mejor que los que tenemos aquí (en Villa clara), pues van a estar en el equipo. Creo que con eso no estamos afectando a nada ni a nadie pues todos los atletas se tienen que superar. Es cierto que algunos atletas son jóvenes y vienen de otras provincias, pero nosotros somos de Cuba y trabajamos para el país».
«El beisbol de Villa clara, al igual que nuestra población, está ávido de obtener mejores resultados y contar con un buen equipo que nos represente en la Serie Nacional. Hacia esos objetivos estamos enfocando el trabajo».
El comisionado villaclareño de beisbol confirmó que los peloteros Leandro Turiño y Daniel Conde se encuentran dentro del grupo de jugadores que entrenan actualmente para conformar la nómina de los Leopardos para la 61 edición de la Serie Nacional de Beisbol.
Sobre las posibles incorporaciones a los anaranjados de algunos peloteros que juegan en ligas extranjeras sin la autorización de la Federación Cubana de Beisbol, Moré explicó:
«Es cierto que otros atletas se han comunicado con nosotros, pero no podemos engañar a nadie. Misael Siverio, por ejemplo, no será aprobado, pues el desertó de la delegación (cubana) en el año 2013 en Estados Unidos. Por tanto, el no tiene posibilidad ninguna, de momento y dadas las leyes del país, de participar con nosotros. Eso él ya lo sabe, porque yo personalmente se lo comuniqué».
«El caso de (Ramón) Lunar, otro que se ha comunicado con nosotros, es diferente. Él ha estado haciendo declaraciones que, a mi criterio, en el plano personal, no me gustan. Si él decidió abandonarnos sin poner condiciones, no creo que ahora para regresar tenga que hacerlo».
«Nosotros tenemos las mejores relaciones (con Lunar), pero nadie nos puede presionar. Si él regresa es bajo las condiciones en que lo han hecho todos los demás, es decir, si él quiere, pues bienvenido, pero si la dirección del equipo cree que puede aportar todavía, entonces sería incluido en el equipo. De lo contrario…»