Aliet Arzola Lima

Cuando Luis Robert prende las turbinas en el jardín central y va a cazar una pelota, es muy difícil que no logre devorar a su presa. Si tienen dudas pregúntenle a Wilson Contreras, que este miércoles estuvo a punto de empatar el clásico de Chicago entre los Cubs y los White Sox, pero el patrullero cubano le ahogó el grito con una gran atrapada en las profundidades del Wrigley Field.

Más de 60 pies en cuestión de cinco segundo recorrió el avileño para capturar un largo batazo de Contreras frente al relevista Reynaldo López, el cual hubiera puesto las tablas en el marcador, porque con dos outs Ian Happ ya había empezado a correr sin pausa desde la inicial.

Si esa pelota picaba, Happ iba a pasar por la registradora sin dificultad con la cuarta carrera de los Cubs, mientras Contreras hubiera anclado, mínimo, en segunda, quedando en posición anotadora la potencial ventaja para los Cubs.

Pero Robert destrozó todas esas pretenciones de los Cubs con un veloz desplazamiento de espaldas al diamante, sin perder nunca de vista la pelota. El cubano capturó la pelota y chocó contra la barda del Wrigley Field, cubierta de yerba seca en esta época del año.

TE PUEDE INTERESAR: NO WAY JOSE: Pito Abreu BOTÓ OTRA y suma 8 JONRONES el 4 de mayo

El avileño se dio un fuerte golpe en el hombro y cayó al piso por unos segundos, cortando la respiración de los parciales de los White Sox. Sin embargo, se levantó rápido con la bola en el guante y salió corriendo al banco sin dificultad tras cerrar la entrada y conservar la ventaja de 4×3 para los suyos.

Luis Robert ha tenido un inicio de temporada irregular. Conectó al menos un imparable en sus cinco primeros partidos y después estuvo 21 turnos consecutivos sin pegar hits. Logró salir de ese slump el 21 de abril, pero ese mismo día cayó lesionado y permaneció alejado de los terrenos durante ocho días.

Precisamente con ese marcador finalizó el partido, por lo que el fildeo de Luis Robert fue decisivo. Otro día en la oficina para el cubano, Guante de Oro en la campaña del 2020.

En su regreso a los diamantes se ha visto más ajustado, y en los últimos cuatro encuentros tiene línea ofensiva de .500/.529/.750, con ocho cohetes en 16 turnos, un jonrón, tres remolques e igual cantidad de anotadas.