Por Yasel Porto
Sin mucha publicidad, pero con la convicción hasta hace un tiempo atrás que sería una realidad, finalmente la llegada y permanencia del COVID-19 ha frustrado indefinidamente un evento especial relacionado con peloteros del emblemático equipo Industriales.
Las Vegas sería la sede este verano de un encuentro entre industrialistas residentes en varias ciudades de Estados Unidos e incluso en la propia capital cubana, pero según nos confirma el ex segunda base Enrique Díaz, el mismo no se hará este año y habrá que ver si en el futuro existen las condiciones y deseos para materializar la idea.
Aunque poco a poco el país ha ido abriendo y cada vez son menos las limitaciones, el riesgo de contagio lejos de disminuir ha crecido, además de las serias dificultades económicas que ha dejado en muchos de los que asistirían o contribuirían de una forma u otra.
Enriquito, el mayor recordista del béisbol cubano (ocho marcas aún vigentes) era uno de los protagonistas del evento donde otros como los lanzadores Yadel Martí, Osbeck Castillo y Deynis Suárez, el jardinero Yasser Gómez o los receptores Alden Mesa y Joel Galarraga llevaban la voz cantante desde el punto de vista de coordinación, promoción u organización.
Había un interés real de sumar a otros grandes que vistieron el uniforme del equipo más triunfador de las Series Nacionales de Cuba para la conformación de dos conjuntos que rivalizarían en la “ciudad maravilla” durante un fin de semana. De todos modos, el objetivo central era el reencuentro de amigos que han estado separados físicamente durante años al vivir en lugares distintos en muchos casos, y disfrutar entre todos de las múltiples distracciones existentes en la urbe situada en el oeste de la nación norteña (estado de Nevada).
También iban a participar íconos de los Leones que hoy residen en Cuba, varios de ellos ya habían estado presente en eventos con un corte parecido celebrados en Florida en 2013, cuando se conmemoraron los 50 años del debut de Industriales en Series Nacionales, así como el evento de 2018 que, aunque contó con menos promoción tuvo un excelente nivel organizativo de los multifacéticos Yunián y Patricia.
A no ser por el juego que se realiza en Miami en enero de cada año, iniciativa del promotor Osvaldo Pérez y continuada por el carismático Rafael Milanés, no existen en Estados Unidos más eventos tradicionales que reúnan a jugadores cubanos veteranos y en activo.
Es válido de todos modos lo que se ha hecho en determinado momento en la ciudad Tampa para homenajear a figuras como Luis Giraldo Casanova, Braudilio Vinent, Pedro Luis Lazo, Víctor Mesa, Eduardo Paret o Carlos Tabares gracias a la gestión entusiasta de los también ex beisbolistas Yobal Dueñas y Ángel López.
No obstante, en Miami existen muchas ligas donde intervienen decenas de ex peloteros cubanos, pero en primer lugar son de softbol básicamente, y la gran diversidad de campeonatos ha disgregado considerablemente a los jugadores que un día destacaron en las Series Nacionales y hasta en el equipo Cuba que ahora juegan mezclados con personas de distintas nacionalidades o con amigos que nunca trascendieron en el contexto beisbolero cubano.
Es la segunda ocasión que se frena un encuentro en Estados Unidos entre peloteros cubanos. Por otras razones hace par de años se hizo imposible desarrollar un evento en el que participarían leyendas del béisbol cubano residentes en la Isla junto a muchos que han emigrado de la Isla en diferentes etapas de su vida.
Habrá que ver cómo evoluciona esta situación del coronavirus y cuándo se logra una estabilidad que permita retomar y hasta aumentar este tipo de confrontaciones que mantiene vivo el legado de muchos de estos veteranos, además por lo que representa volver a encontrarse dentro y fuera de un terreno de pelota.
