El legendario slugger Pedro José Rodríguez (‘Cheíto’) fue objeto de varios pelotazos intencionales que le endosó el otrora pitcher capitalino Cosme Hernández, el cual ha admitido que con ese recurso se lo quitaba de encima.
Hernández, quien laboró en 11 campeonatos domésticos con diversos uniformes (Constructores, Habana, Industriales, Isla de la Juventud y Holguín), confesó en el canal de Youtube del escritor e investigador Fernando Rodríguez Álvarez que “Pedro José Rodríguez me daba jonrones y yo le metía pelotazos”.
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Tiempo atrás, Rey Vicente Anglada había dado avances de esta historia en una entrevista donde relató: “En Industriales tuvimos un pitcher llamado Cosme Hernández que le daba muchos pelotazos a ‘Cheíto’. Una vez yo le dije que no le tirara más bolazos, que le sacara out, y él me contestó que le bateaba muchísimo”.
Lo curioso del caso es que el oriundo de la Güinera, en Arroyo Naranjo, solo exhibe 21 golpeados por lanzamientos en su récord de Series Nacionales. O sea, que a todas luces se ensañaba con Pedro José Rodríguez. Y viceversa, ya se sabe.
Cosme Hernández se sentía vulnerable contra Pedro José Rodríguez
“Él me casti**ba mucho”, sostuvo. “Una vez Roberto Ledo me trajo de relevo contra él y me dijo que le diera un pelotazo. Lo hice, y detrás venía Héctor Olivera padre, que se me separó bastante de home. Gracias a eso resolví con tres lanzamientos nada más. Pero a Pedro José Rodríguez nunca lo dominé. Jamás. Se me encajaba en home y había que tirársela por ahí. Así que para quitármelo de arriba le daba el bolazo”.
Cosme Hernández debutó a mediados de los años setenta y llegó a ser campeón de la Selectiva 1976 con aquella Habana que agrupó a personajes como el propio Anglada, Pedro Medina, Agustín Marquetti, Armando Capiró, Eulogio Osorio, Reinaldo Linares y Santiago Mederos.
“Yo tiraba muy duro”, afirmó. “El único pitcher de La Habana autorizado a pasar con recta era yo. Creo que llegué a ser el segundo que más duro lanzaba en Cuba en ese momento, después de Braudilio Vinent”.
Pese a la velocidad, los resultados de Cosme Hernández fueron bien discretos (17-36 en ganados y perdidos, 5.49 de efectividad), a causa en buena medida de una marcada tendencia al descontrol. Eso sí, su comando era perfecto cuando se trataba de incrustar la pelota en la anatomía del bateador.
“Problemas por pelotazos intencionales solo tuve con el guantanamero Gumersindo Salazar. Estábamos en el estadio Van Troi y me dieron jonrón. El que le seguía en el turno era Salazar, que salió caminando del círculo de espera para la caja de bateo y ahí mismo le metí un bolazo por el cuello. Fue increíble. Y te digo, no me expulsaron. Después tuvo que escoltarnos la policía para salir del estadio. Al llegar al hospedaje Salazar y yo hasta nos tiramos unos g**pes” expresó el exlanzador
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A su favor, Cosme Hernández alegó que muchas veces era el manager quien ordenaba los pelotazos, y que los estelares pinareños Julio Romero y Juan Carlos Oliva le habían comentado que hasta que él no empezara a dar ese tipo de lanzamientos no se iba a imponer en la pelota. Además, agregó que eran tiempos de bate de aluminio, y que la mejor defensa contra eso era el pitcheo pegado.
En otro momento de sus declaraciones, el exserpentinero reveló que “lo que no me gustaba es que me hicieran gestos. Si me daban un batazo y ya, perfecto. Pero si hacían gestos eso no estaba bien, porque el pitcher tiene que respetarse. Tiene que implantar respeto como lo hicieron Vinent, Oliva, Omar Carrero, Gregorio Sánchez y otros más”
Por último, Cosme Hernández resumió su postura con una frase imperdible, para bien o para mal: “Muchas veces es mejor dar un pelotazo que una base intencional, porque con el pelotazo puede que el contrario vaya para primera base, pero igual puede salir para el médico”.
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