De Series Nacionales a MLB: Francisley Bueno y el breve éxito en Kansas City

Por Juan Páez / @jmanupz

Cuando se habla de Francisley Bueno, debe hablarse de un jovencito que iba rumbo a convertirse en una estrella en la Serie Nacional cuando aprovechó ese momento ideal para salir de Cuba y emprender su camino a las Grandes Ligas, como tantos otros coterráneos que lo hicieron y tuvieron éxito.

El lanzador zurdo, nacido en marzo de 1981, lo logró y aunque no tuvo una estadía muy larga en las Mayores, sí probó las mieles del éxito y del dominio como serpentinero.

Bueno, quien empezó a lanzar en la pelota local a sus 18 primaveras, fue evolucionando año a año en la isla. De hecho, sus dos últimas campañas fueron de números antológicos y, en total en toda su trayectoria de cinco torneos, dejó récord de 26-22 y efectividad de 3.46 en 98 juegos lanzados, 55 de ellos como abridor. 

Durante ese lustro militó en las filas de los Industriales de La Habana, hasta la 2003-2004, su temporada final antes de desertar.

El escopetero siniestro entró en la agencia libre y captó rápidamente la atención de los Bravos de Atlanta, quienes lo firmaron en 2006 y lo asignaron a la sucursal Doble A de la organización para comenzar la ronda regular de ese año. 

Pese a dejar buenas estadísticas (3.59 PCL, 84 ponches y WHIP de 1.20 en 80.1 innings), en 2007 inició en la misma categoría, aunque pronto recibió el ascenso a Triple A para quedar a tan solo un paso del ansiado llamado a la Gran Carpa.

Del cielo al infierno

Bueno volvió a pasar el año completo en las sucursales de los Bravos, pero el equipo grande lo pidió en agosto de 2008. En el día de su debut, el 13 de ese mes, se metió en un problemón que derivó en suspensión por casi golpear a Alfonso Soriano en la barbilla con un lanzamiento.

Fue su única aparición y tiró 2.1 tramos de cinco hits y dos carreras limpias.

Soriano se había quedado disfrutando un batazo suyo que nunca se llevó las cercas y Francisley decidió darle una lección al dominicano.

Fue la única aparición de Bueno con Atlanta, donde tiró 2.1 tramos de cinco hits y dos carreras limpias.

Desde allí, el antillano pasó una larga etapa fuera de las Grandes Ligas. Probó suerte en el béisbol de Corea del Sur, de México, de Puerto Rico y de República Dominicana.

Fue en 2012 cuando sus grandes demostraciones volvieron a llamar la atención de los clubes de la Gran Carpa y firmó un contrato de ligas menores con los Reales de Kansas City.

A Francisley le costó 3 temporadas completas fuera de la MLB su «acto de honor» ante Soriano.

Finalmente

Por fin, la verdadera oportunidad llegó a las manos de Bueno. Fue uno de los relevistas de los monarcas y participó en 18 compromisos, en los que lanzó 17.1 capítulos de 16 incogibles y cuatro rayitas merecidas, con solo dos bases por bolas y siete retirados por la vía del tercer strike.

Al año siguiente, estuvo incluso mejor aunque vio muy poca opción. 

En apenas 8.1 innings, no permitió anotaciones y solo le dieron cuatro inatrapables, con cinco abanicados. 

En 2014, su último año en la MLB, tuvo 30 presentaciones, todas desde el bullpen, y dejó efectividad de 4.18 en 32.1 entradas.

Luego tuvo un intento más para volver a las Grandes Ligas, pues en enero de 2015 firmó contrato de ligas menores con los Cachorros de Chicago, aunque fue despedido el 29 de marzo de ese año.

Estadísticas de Francisley Bueno de por vida en las Grandes Ligas: