Por Franco Miguel Alvariño
El torneo Preolímpico de las Américas de Béisbol de cara a la cita de Tokio 2020 no se pudo celebrar en la fecha calendariada. Surprise y Tempe, en Arizona, Estados Unidos, fueron las sedes seleccionadas para celebrar el clasificatorio entre los días 22 y 26 de marzo del presente año con la participación de ocho selecciones de la región.
Este certamen se pospuso debido a la expansión global de la Covid-19. El equipo Cuba se encontraba por esos días en una base de entrenamiento en México. Con la noticia, y el conjunto casi listo para el certamen, los dirigidos por Miguel Borroto tuvieron que regresar a la Isla para esperar la decisión de las autoridades pertinentes.
Seis meses después el panorama en cuanto a la pandemia del coronavirus es muy semejante, pero al parecer eso es lo único que se mantiene igual. En declaraciones al sitio digital El Nuevo Día, José Quiles, el Presidente de la Federación Nacional de Béisbol de Puerto Rico declaró que la Confederación Mundial de Béisbol y Softball (WBSC, por sus siglas en inglés) valora celebrar el Preolímpico de las Américas en abril del próximo año en Cuba («como Plan B»), aunque, según el federativo todavía no se le cierra las puertas a Estados Unidos.
Sobre el torneo que ofrece los boletos al evento multidisciplinario en Japón, Quiles reveló a El Nuevo Día los resultados de una conversación que sostuvo con el presidente de la Confederación Mundial, Riccardo Fraccari.
“Ellos todavía están considerando a Estados Unidos. Lo que pasa. Lo que pasa es que a ellos le han dado plazo, mes a mes, midiendo como se está comportando la pandemia para entonces tomar una decisión final con relación al clasificatorio”.
La situación en Estados Unidos no es alentadora y en ese sentido, según Quiles, la Confederación Mundial evalúa un Plan B y aseguran que Cuba es una opción. Acotó el presidente de la Federación de Puerto Rico que el evento debe de tener un formato de “burbuja” como se realizó en las Grandes Ligas, reconoció, además, que esto elevaría los costos del evento debido a la realización constante de pruebas de Covid-19.
La noticia para el béisbol y los aficionados cubanos es buena. De concretarse se convertiría en lo mejor que le ha pasado al pasatiempo nacional en los últimos años, en los que en la arena internacional han desaparecido los resultados positivos. Sin embargo, ante el inminente reto surge una pregunta: ¿Podrá Cuba con la organización del evento?