Por Jerry Díaz
Hace 4 años se efectuó el histórico juego de exhibición entre los Rays de Tampa y una selección cubana en el estadio Latinoamericano de La Habana.
Aquello sucedió en el contexto de la visita del entonces presidente de los Estados Unidos Barack Obama a nuestro país.
Sí, histórico puede ser un buen adjetivo para describir el momento, aunque no el único.
Como antecedente tenemos la Serie frente a los Orioles en 1999, en aquel entonces pactada a 2 partidos de exhibición, uno en Cuba y otro en Baltimore.
Por supuesto, también las repetidas visitas de equipos de la Gran Carpa a la Isla antes de 1959 en la que ocurrieron hechos destacadísimos como los homeruns de Cristóbal Torriente o la joya de pitcheo de José de la Caridad Méndez.
Este episodio de 2016 tiene de especial la presencia de los mandatarios cubano y estadounidense en el estadio.
Fue una tarde soleada en la que los Rays vencieron con relativa facilidad a la selección local 4 carreras por 1. La victoria de Tampa nunca corrió peligro, solo en el noveno un cuadrangular de Rudy Reyes logró hacer un rasguño.
La previa y el comienzo del partido estuvieron plagados de momentos emocionantes.
Al inicio ver lanzando la primera bola a 2 estrellas del pitcheo cubano de todos los tiempos. Pedro Luis Lazo y Luis Tiant Jr se encargaron de hacerlo. ¿A quién no le emocionaría ver a Tiant en el Latino o rememorar la reciente carrera del rascacielos pinareño?
Además un detallazo, los Rays enviaron como primer bateador del encuentro al cubano Dayron Varona quien saludó a todo el estadio. Fue excitante.
Aunque usted pueda notar emoción en mis palabras le confieso que no estuve allí, solo pude disfrutar del evento a través de la pantalla de mi televisor.
¿Por qué no estuve allí?
A este punto quería llegar.
En 1999 era muy pequeño, siquiera me enteré que los Orioles jugarían en el Cerro. Pero los testimonios de muchas personas cuentan la discriminación sufrida en aquel entonces con los verdaderos fanáticos.
No se esperaba menos…
Las entradas al estadio serían entregadas por invitación, en los centros de trabajos, estudiantiles y por organizaciones (obviamente todas gubernamentales).
En los testimonios ofrecidos en el documental El Juego de Cuba se escuchan frases como:
“Allí no están los verdaderos fanáticos, los fanáticos estamos aquí (en el Parque Central)”
“No podemos ir al estadio porque a Fidel no le sale de la … (imaginen un beep de censurar malas palabra)”
“Parece que para ir al estadio hay que ser del Partido o Jefe de Núcleo del Comité de Base”.
Pues la historia se repitió en 2016.
Entradas por invitación, caras en el estadio de personas que poco parecían conocer de béisbol (aunque no todas, también hubo fanáticos que “consiguieron” estar allí).
La cuestión es que ni usted, ni yo, ni cualquier fanático podía presentarse en el Coloso del Cerro para asistir al juego, había que “conseguir” la entrada.
Eso no es todo…
En enero, 2 meses antes de la visita de Obama el Latinoamericano prendía sus luces diariamente. Era algo raro pues no había temporada. ¿Qué estaría pasando?
Un día lo comento con mi padre y me dice:
“Chama, eso es que estan arreglando el Latino apurados que el Tampa viene en marzo”.
Pongo énfasis, eso fue en enero. Ya entrado el tercer mes del año en el Noticiero Nacional Deportivo dan la gran noticia de que los Rays estarían disputando un juego de exhibición frente a una selección cubana.
¿Hubo que esperar tanto para que los mortales pudiéramos saberlo?
Quizás mi denuncia sea tardía, 4 años después, o tal vez sirva para no ser víctimas nuevamente de la discriminación de no permitir a los fanáticos del béisbol entrar al Latinoamericano y disfrutar de momentos históricos.
Aquí les dejo el partido y el citado Documental “El Juego de Cuba”.