Por Alexander García Milián
Veo imponente la mirada de Pedro Luis Lazo buscando a Contreras en el Petco Park; lo busca, estira el brazo_ esto es para ti- parece decirle, creo le dice; son Lazo y Contreras, uña y carne, todo…Es 2006, es el primer Clásico Mundial de Béisbol.
Años atrás, en 1999, Contreras le entregó la bola a Lazo cuando este entró de relevo en el primer juego (28 de marzo de 1999) que enfrentó al equipo Cuba con los Orioles de Baltimore; minutos después Pedro Luis permitía el hit de Harold Baines, que le daba el triunfo a los de Maryland.
Son dos apellidos, Lazo, Contreras; dos apellidos que se cruzan siempre, una y otra vez; Lazo ahora navegando a sus anchas, entre sus ínfulas de dictador y sus alardes sobre excelso conocimiento del arte del pitcheo, por su parte Contreras, una y otra vez, siempre, desde aquel apretón que le diera Fidel Castro, allá por 2001, siempre relegado al olvido… ganó la serie Mundial con los Withe Sox en 2005 pero igual, para el saco.
Hablo hoy del juego con los Orioles, bueno del segundo (3 de mayo de 1999), hablo hoy a los veinte años, hablo de Lazo, de Conteras, pero pudiera hablar de Luis Ulacia, de Norge Luis Vera otra vez, de otro escondido como Andy Morales; de un renegado como Alfonso Urquiola; también sepultado.
Todos fueron protagonistas de aquella historia, pocos, casi ninguno al día de hoy toma protagonismo en el escenario beisbolero de la actualidad en la Isla. Puede que Alfonso, con su temple sea el hombre pero igual, lo desechan como basura.
Seguimos…Aquel entonces, chocar con las Grandes Ligas despertó esperanzas, los partidos hicieron posible que se volviera a soñar; tal parece que de sueños han creado todo nuestro imaginario y la pelota, el deporte nacional ha sido la diana perfecta.
Cuando evoco a Lazo y a Contreras, también evoco aquel sencillo de Linares para empatar el desafío en el Latino, el de Videaux para abrir el marcador para los nuestros…
En fin, recuerdos que reviven nostalgias, nostalgias que perecen en una realidad quebrada por la locura de un tipo como Trump, que seguro estoy no entiende ni jota de béisbol y ya, rompió el acuerdo entre la MLB y la Federación Cubana así, como si nada.
Las miradas, los rostros de Lazo, Linares, Contreras, Urquiola y Vera se expanden y se difuminan continuamente… Son tipos del ayer y de hoy, los hombres de aquellos juegos con los Orioles; me detengo, vuelve otra vez la nostalgia… todo parece un deja vu, ¿Será el cansancio?
Nos vemos a la vuelta.