Por Juan Páez
Esta nota es parte de los trabajos que estaremos publicando de los 29 peloteros cubanos que vieron acción en 2020, todos ellos haciendo clic aquí.
Temporadas van y temporadas vienen, pero Aledmys Díaz sigue demostrando que es uno de los utilities de mayor valía en las Grandes Ligas. En una muy corta actuación en la que fue la quinta temporada para él en el mejor béisbol del mundo, el cubano volvió a probar su valor con unos Astros de Houston que se quedaron a una victoria de alcanzar la Serie Mundial. Díaz evidenció que no solo puede defender cualquier posición, sino que también puede batear.
En 17 juegos con los siderales, el antillano de 30 años de edad disparó 14 imparables, con cinco dobletes y tres estacazos de vuelta completa. Remolcó seis carreras, anotó en ocho ocasiones, tomó una base por bolas y se tragó 12 ponches. Su promedio en general quedó en .241, con un respetable porcentaje de slugging de .483 y un OPS de .737.
Si bien esos números no son abrumadores, Díaz tuvo una mejoría notable en las últimas semanas del campeonato, incluyendo su desempeño en la postemporada. Al principio, le costó tomar el ritmo ofensivo debido a una lesión que sufrió en la ingle, la misma que le obligó a perderse poco más de un mes de acción. Al igual que el año pasado, el caribeño fue víctima de un percance físico que le restó una gran porción de la zafra.
De hecho, luego de marcharse de 21-3 en sus primeros seis duelos en la ronda regular (.143 de promedio), el antillano encendió los motores de su ofensiva. En los siguientes 11 juegos (hasta el final de la etapa eliminatoria), Díaz fue un bateador mucho más peligroso: mostró una línea de .297/.316/.568, con 11 imparables en 37 turnos legales con el madero, además de cuatro dobletes, dos cuadrangulares, tres carreras impulsadas y seis anotadas.
Su buen momento en el plato se extendió a la fiesta de octubre, su primera buena edición en cuanto a los números individuales. En ocho juegos desde la Serie Divisional hasta la Serie de Campeonato de la Liga Americana, soltó seis indiscutibles en 17 viajes legales al pentágono, con su primer jonrón en la fiesta de octubre y dos fabricadas, además de terminar con unas sólidas frecuencias de .353/.389/.529.
Nuevamente, al hacer una síntesis de lo que fue la temporada de Aledmys, este volvió a ser un arma muy versátil para el club dirigido por Dusty Baker. A pesar del problema físico que lo alejó de los diamantes por poco más de un mes, el isleño apareció dos veces en primera base, cubrió la segunda almohadilla en 10 ocasiones y defendió el tercer cojín en trío de oportunidades. Por si fuera poco, fue una vez jardinero izquierdo, fungió dos veces como bateador designado y salió una vez desde la banca para tomar turno a la ofensiva.
Aunque cubrió, en total, cuatro posiciones, Díaz no cometió siquiera un error con el guante en 49 chances.
Estadísticas de Aledmys Díaz de por vida en las Grandes Ligas: