Talentoso pelotero aclara por qué PIDIÓ LA BAJA del béisbol cubano

Por Yasel Porto Una de las noticias que más sorprendió con respecto al equipo cubano que viajará a la Copa Caribe de Curazao estuvo alrededor del mismo del prometedor primera base de Cienfuegos Daniel Pérez, quien pidió la baja de la Federación Cubana de Béisbol por voluntad propia. Tal situación provocó todo tipo de especulaciones […]

Por Yasel Porto

Una de las noticias que más sorprendió con respecto al equipo cubano que viajará a la Copa Caribe de Curazao estuvo alrededor del mismo del prometedor primera base de Cienfuegos Daniel Pérez, quien pidió la baja de la Federación Cubana de Béisbol por voluntad propia.

Tal situación provocó todo tipo de especulaciones entre las que sobresalían la de su vista puesta en viajar al extranjero y buscar quizá un contrato dentro de la pelota profesional norteamericana. Pocos podían pensar en un motivo más poderoso que ese a días de viajar con un segundo equipo nacional tras su mejor temporada ofensiva.

Sin embargo, el inicialista zurdo de los Elefantes aclaró al grupo de Facebook “Team Vívela” la verdadera causa de su repentino rompimiento con el béisbol cubano en un momento tan ascendente de su carrera deportiva.

Daniel tuvo average de 352 en la 60 Serie Nacional en la que logró un OBP de nada menos que 446, además de 85 carreras impulsadas en 75 encuentros más promedio defensivo de 994.

“Fue una decisión personal. Debo tratar de resolver mis problemas familiares y por eso la tomé”, comenzó diciendo quien es considerado hoy por hoy como uno de los bateadores con mayor perspectiva dentro de la Isla.

A la pregunta de si existió algún desacuerdo con las autoridades provinciales para tan inesperado cambio de actitud manifestó que no hubo ningún tipo de problema, sino todo lo contrario. “Ellos me han ayudado a tramitar mi liberación, les expliqué la situación y entendieron perfectamente sin dificultad”.

Los muchachos del “Team Vívela” de Fabián Martell, Adriano Losa, Robert García y Lázaro Andrés Reyes igualmente preguntaron sobre si tiene pensado regresar más adelante a la pelota cubana, a lo que Pérez Pérez respondió que había pedido su liberación porque hacía meses que estaba pensando precisamente en hacerlo y que resultó extremadamente difícil dar ese paso. “Llevo bastante tiempo presentando problemas familiares; los entrenadores comprendieron. Pienso volver a jugar con Cienfuegos; es mi vida y mi pasión, pero antes quiero resolver otros asuntos de gran importancia”, sentenció el cuarto madero de los paquidermos, aunque sin profundizar en qué tipo de obstáculos lo han obligado a separarse temporalmente del terreno de juego.

De todos modos el jugador no desmintió totalmente los rumores sobre alguna contratación en el extranjero, pues a la pregunta de si había recibida ofertas para alguna liga éste señaló que había interés de la Liga de Reinosa en México, pero que hasta ahora eran solo palabras, nada en concreto.

Con respecto a un posible interés de jugar en Grandes Ligas expresó que “todo pelotero tiene ese sueño, siempre se quiere triunfar a ese nivel; pero mi primer pensamiento es resolver los temas personales, como te dije anteriormente. Luego veré si regreso con los Elefantes o emprendo rumbo hacia otras ligas.“

También habló sobre el punto vinculado a su fuerza ofensiva pues aún con su talento natural todavía no tiene una producción de jonrones notable. “Es un aspecto muy importante, se ve mucho en el béisbol profesional. He hecho cambios en mi mecánica de bateo, con vistas a producir más cuadrangulares; continúo trabajando para cuando pueda reincorporarme al béisbol.“

Daniel cerró la entrevista con un mensaje para la afición a la que pidió que lo apoyara en esta decisión y que esperara lo mejor de él. “Estaré siempre apoyando a mis compañeros, que de seguro seguirán avanzando”.

La salida “temporal” del jugador cienfueguero podría agudizar aún más las problemáticas de los Elefantes para la venidera Serie Nacional, pues en apenas 15 días han visto perder a dos de sus estrellas principales si contamos lógicamente lo que aconteció con César Prieto al llegar a Estados Unidos.