Por Yasel Porto
Desde el pasado sábado se conoció del primer caso de un pelotero del sistema de Grandes Ligas infectado por coronavirus, el prospecto cubano de los Yanquis de Nueva York, Denny Larrondo, cuyo proceso había sido oficializado por lo propia organización.
Brian Cashman, Gerente General de los Mulos del Bronx, sin mencionar el nombre del atleta explicó que «los síntomas del jugador se han disipado. Ya no tiene fiebre ni fatiga. Está mucho mejor, aunque todavía está aislado. No ha tenido ningún contacto con los otros jugadores.» El sitio pelotacubana había confirmado que se trataba del cubano.
Pero buscando más detalles Swing Completo contactó con otro de los jóvenes cubanos que forman parte de la organización neoyorquina, el torpedero Alexander Vargas, quien es además amigo de Larrondo.
El bisoño jugador ratificó lo expresado por Cashman en el comunicado. “No he tenido contacto físicamente con él en estos días porque está en cuarentena, pero sí he tenido noticias directas de que se siente mucho mejor, con buen ánimo y mejorando porque no ha tenido más fiebre y la fatiga ya ha pasado. De todos modos la orientación es que debe estar unos días más atendiéndose sin que ninguno de nosotros lo pueda ver”, afirmó Vargas, quien junto a Larrondo, Osmani Fleites y Leonel Hernández ha estado con los Yanquis en su campo de entrenamiento de Tampa por varios meses.
A la pregunta de cómo se siente Alexander a partir de su presencia en una organización que ha dado positivo a los dos primeros casos de este COVID-19, sentenció que se siente en perfectas condiciones y que internamente se está chequeando a todo el mundo, aunque en su caso había viajado a la República Dominicana recientamente.
“Todos estamos muy pendientes no solo a Denny, sino a este tema en general, tomando las medidas necesarias para que no pasemos por lo mismo, y en caso que suceda, poder resistir como ha hecho Denny. Quiera Dios que sea así, y que nuestra familia en Cuba también se encuentre bien”, concluyó el prometedor paracortos natural de Matanzas en edad juvenil todavía.
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Varios de estos muchachos han vivido por largo período alejados de buena parte de sus seres queridos, como nos había dicho Vargas en la ocasión anterior en la que conversados personalmente con él. Esto muchas veces los convierte en más vulnerables a la hora de tomar determinadas precauciones.
Larrondo ingresó desde el sábado al Hospital de Tampa después de dar positivo al COVID-19 tras una segunda prueba después de sentirse algunos síntomas propios de este virus en su etapa de desarrollo.
El jovencito de apenas 17 años y natural de Quemado de Güines, no había asistido a un juego de entrenamiento al centro de los Yanquis ubicado en la ciudad tampeña a consecuencia de una fiebre.
En el momento de contraer el virus, Larrondo se encontraba viviendo en el condado de Hillsborough, una de las zonas de mayor presencia cubana de Tampa, muy cercana a donde tienen su base los Yanquis.
Firmado por estos en 2018, el lanzador villaclareño de 6´2 de estatura tuvo un debut discreto en Ligas Menores en 2019 al finalizar con balance de 2-5 en 12 salidas, 9 como abridor, además de 21 boletos y 24 ponches en 32.1 innings, más un PCL de 5.01 y un WHIP de 1.20. Lanzó en clase rookie y también tuvo que pasar por un proceso quirúrgico que lo limitó a trabajar más de la mitad de la campaña en la Liga de la Costa del Golfo.
Antes de llegar a Estados Unidos, Denny estaba considerado como una de las figuras más notables en la categoría 15-16 años en la que brillaba fundamentalmente como torpedero.