Por Jerry Díaz
Aroldis Chapman es apodado “El Misil Cubano”. No es díficil entender el porqué de semejante sobrenombre.
El holguinero tiene uno de los brazos más pontentes de todo el béisbol.
No ha sido raro disfrutar en cada salida de Chapman lanzamientos incluso por encima de 100 millas por hora.
Hace pocos días revisando videos del Misil me encontré con uno en donde enfrentó a la sensación japonesa Shohei Ohtani en situación poco frecuente.
En el desafío efectuado el 25 de mayo de 2018, Aaron Boone (mánager de los Yankees) trajo a Aroldis en la octava entrada, 2 outs (generalmente abre el noveno), un corredor en la primera base y su equipo delante dos por una.
Necesitó 5 envíos para retirar al nipón. De esos 5 lanzamientos, un total de 4 estuvieron a 100 MPH o más.
El único que no llegó se quedó en 99.
Para rematarlo, le tiró un rectazo de 102 millas y este sacó rolling out por el torpedero Didi Gregorius. En favor de Ohtani hay que decir que jamás se dio por vencido. No se ponchó (algo raro en el primer bateador que enfrenta a Chapman en cada salida) y le pegó varias veces a la bola, llegando a conectar un foul largo por la banda contraria.
De por vida se han visto las caras en tres ocasiones. En dos lo retiró el cubano y en una el japonés consiguió base por bolas.
Obviamente no me quedé conforme con solo ese video y entre otros tantos que encontré les traigo uno para disfrutar de sus envíos más rápidos.
¿El Misil? Sí, merecídisimo.
Especialista en Béisbol de Grandes Ligas | Licenciado en Letras y Ciencias Sociales
Escritor colaborador en Con Las Bases Llenas y SwingCompleto desde 2019, me especializo en ofrecer análisis profundos y relatos cautivadores sobre béisbol. Desde 2022, soy Senior Writer de los Houston Astros y Miami Marlins, aportando una perspectiva experta y detallada sobre cada juego. Experto en coberturas de Juegos Olímpicos que ha cubierto las últimas ediciones.
Con una licenciatura en Letras y Ciencias Sociales, combino mi formación académica con una pasión por el béisbol. Creo firmemente que cada pitcheo, swing y atrapada tiene una historia fascinante que merece ser contada, y me dedico a compartir esas historias con aficionados y expertos del deporte.