Por Alexander García Milián
Nada más colocar la primera letra, la imaginación alude a Sancho Panza, a Don Quijote de la Mancha, a Cervantes y a la meca de la literatura hispana.
Nada más pensar en la analogía, veo a Donal Duarte siempre sacando fuerzas y dando ánimos, echando guaperías por aquí, dando un sencillo por allá, decidiendo juegos para Pinar, teniendo números para ir al Cuba y salvo dos o tres torneos en Holanda, los de la Comisión le hicieron la cruz, no necesitaron a Torquemada, cualquiera servía para aniquilarlo y punto.
Es Donal en tres, cuatro, cinco partes, en varios momentos de la historia de los equipos pinareños en Series Nacionales, ya desde comienzo de este siglo para 2002-2003, el tercera base entro al elenco a la sombra de Omar Linares que toca el retiro- forzado por cierto- ; Donald entro y ya a los años fue figura, líder sin discusión de varias generaciones; Rafael Valdés, Juan Miguel Miranda, Jorge Alberto Padrón, luego Yosvani Peraza, Lorenzo Quintana, Luis Alberto Valdés, David Castillo y cierro aquí para sentar el punto con nombres.
Lo de fiel escudero es para hacer referencia a que siempre fue Donal la mano derecha de Alfonso Urquiola, desde su regreso- el primero- estuvo ahí resolviendo este y aquel problema, jugando incluso de receptor en aquella final contra Matanzas, dando el batazo a la hora buena cientos de veces, sacando la cara y defendiendo la identidad y el legado del mítico manager de los vegueros cada vez que la ocasión lo ameritaba.
Es Donal teniendo temporadas increíbles, estando inmenso y quedando fuera siempre del equipo grande; Donal el hombre bicentenario tal como lo conto Asimov mediante el protagonista de su famosa novela; las similitudes rosan la realidad, un fiel y dedicado robot en la historia de Isaac, un entregado pelotero, el tipo de confianza para Urquiola siempre.
Pienso en Donald ahora y me invade la pena, quizás pase más por ser el hombre de Alfonso Urquiola, el tipo que le sacó las caretas a Pedro Luis Lazo, sí, tal vez pase por eso y no por el peloterazo que fue.
Ahora regresa, ya es parte del equipo Pinar del Río para la Serie 59 y creo que es más un símbolo que otra cosa; regresa Donald luego de sus disputas con Lazo y es un equipo nuevo, desarmado como los otros dos que Urquiola tomó y los hizo campeones… ¿ qué le queda por dar a Donal Duarte?, ¿ Será figura otra vez?
Nos vemos a la vuelta.