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El villaclareño Eduardo Paret, ha sido uno de los mejores torpederos dentro de las Series Nacionales, para muchos el más completo. Una afirmación que es muy difícil demostrar dada la enorme cantidad de grandes custodios del campo corto pero lo que si es una realidad, es que su nombre está entre los más encumbrados.
Luminarias como Raúl “Güiro” Ortega, Antonio González, Rodolfo Puente, Agustín Arias, Pedro Jova, Evenecer Godínez y Germán Mesa, también han brillado en nuestros torneos domésticos, pero ninguno posee los números que el nacido en Santa Clara exhibe tanto en Series Nacionales como en el equipo Cuba.
Inicios de Eduardo Paret en Series Nacionales
El muchacho con el número dos en su uniforme, fue un baluarte para el conjunto naranja desde su debut en 1989, a la edad de 16 años, procedente de las filas juveniles. En el mundial de esa categoría, celebrado en La Habana en 1990, fue seleccionado el torpedero del Todos Estrellas, así como el Jugador Más Valioso.
Su despliegue ofensivo en la primera incursión con el equipo grande de su provincia natal resultó alentador en extremo. Eduardo Paret dejó un promedio ofensivo de .366 (82-30), envió la señal inmediata de que era un chocador de bolas eficiente. Poseía un magnífico tacto, era rápido de piernas, listo para todas las situaciones del juego y buen tocador de bolas. Era, en fin, el hombre proa ideal.
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Un año después fue el dueño absoluto de la posición en Villa Clara y en 48 juegos dejó línea ofensiva de .291/.314/.429/.743 (AVE/OBP/SLG/OPS), con nueve dobles, dos triples, cinco jonrones, 10 empujadas, 38 anotadas, seis bases robadas en 11 intentos, recibió siete boletos y se ponchó 28 veces.
Ya estabilizado en su juego diario, Eduardo Paret, unido a la bujía Víctor Mesa, Oscar Machado, Eddy Rojas, Rafael O. Acebey, Eliécer Montes de Oca, el futuro MLB Rolando Arrojo, entre otros, regalaron a la afición villareña tres títulos nacionales sucesivos desde 1993 a 1995, añadidos a dos subcampeonatos en los dos años posteriores.
No tuvo problemas para conformar la nómina cubana al Campeonato Mundial Universitario de 1993, en la que compiló para .310 (9 en 29). Durante la Serie Nacional previa (1992-1993) había logrado su campaña más completa hasta ese momento. En 64 juegos dejó frecuencias de .304/.350/.415/.765, con cinco jonrones, 35 empujadas, 17 estafadas en 23 intentos, 33 anotadas, 16 boletos y 19 ponches.
En la XX Serie Selectiva (1994), Eduardo Paret quedó al frente de los robadores de bases (15) y pelotazos recibidos (5). Pero no sería esa la única ocasión que lideró el primer acápite nombrado (BR) en los campeonatos del patio. También lo hizo en Serie Nacional 36 en 1997 (43) y la 38 en 1999 (46). Terminó su carrera con un gran total de 469 por vida, solo aventajado por Enrique Díaz (726) y Víctor Mesa (589).
Inicios de Eduardo Paret en el equipo Cuba
Debutó con la selección nacional cubana en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1993, bateando de 1-0. En la Copa Mundial de Béisbol de 1994, Eduardo Paret fue 1-0 con una carrera, respaldando a Germán Mesa en el campo corto.
En los Juegos Panamericanos de 1995, el pequeño campocorto se fue de 6-1, mientras que durante la Copa Intercontinental de 1995, bateó de 1-0. Cuando Germán Mesa fue suspendido antes de los Juegos Olímpicos de 1996, Eduardo Paret aprovechó la oportunidad y dejó línea de .375/.474/.594/1.066, con nueve carreras anotadas en igual número de juegos. No cometió errores en el campo e impresionó con varias jugadas defensivas excelentes. En las semifinales su actuación concluyó de 4-3 y conectó un jonrón en el partido por la medalla de oro.
Cerró de 18-5 (.278) con dos bases por bolas en el Torneo Mundial de Puertos de 1997. Paret estuvo fuera de la selección nacional después de ese evento y durante cuatro años debido a supuestos contactos telefónicos con Rolando Arrojo, su excompañero y un «desertor», como le llaman en Cuba a los deportistas o profesionales que abandonan delegaciones cubanas a eventos internacionales.
Regreso de su sanción y vuelta al Equipo Cuba
Tras estar amonestado en la temporada 1997-1998 por el motivo antes mencionado, regresó en la campaña 38 y no solo comandó a los robadores con 46, también anotó 55 carreras, recibió 54 boletos y exhibió línea de bateo de .281/.393/.407/.800.
Dos años después, Eduardo Paret tuvo el mejor año ofensivo de su carrera al batear .317, producto de 102 hits en 322 turnos (única serie de 100 o más indiscutibles) con 31 bases robadas (tercero en la serie), 16 jonrones y ocho triples (ambos récords personales), a dos del liderato. Recibió 78 bases por bolas y sus frecuencias quedaron en .461/.556/1.017. Pero lo más impresionante es que anotó 99 carreras en 90 juegos para establecer un nuevo récord en Series Nacionales, aunque sería superado dos años después por Enrique Díaz.
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En ese propio año 2001, regresó al equipo nacional para el Mundial de Taipei de China. Eduardo Paret fue el titular en el campo corto, pero estuvo muy presionado psicológicamente y no rindió lo que de él se esperaba. Cometió tres errores en pocos lances, bateó de 13-3 con tres boletos y tuvo que darle entrada a Germán Mesa.
Eduardo Paret robó 34 bases para liderar la Serie Nacional 41 (2002), además, anotó 74 carreras, segundo detrás de Michel Abreu. En la Copa Intercontinental de ese año organizada en Cuba, dejó línea ofensiva de .323/.488/.613/1.101 con 13 carreras anotadas en nueve juegos para ayudar al equipo Cuba a ganar el título. Empató a Daniel Matsumoto y Guillermo Reyes, por la mayor cantidad de almohadillas estafadas (3) aunque fue atrapado dos veces.
En los Juegos Panamericanos de 2003, Eduardo Paret concluyó de 10-3 y .500 en las eliminatorias olímpicas de la COPABE. En la Copa Mundial de Béisbol, unos meses más tarde, bateó .333/.487/.567/1.054 con 11 anotadas en nueve desafíos. Acumuló siete robos sin ser atrapado y no cometió pifias en 39 oportunidades. Fue nombrado Mejor Jugador Defensivo del torneo y superó a Jorge Cantú como el campocorto All-Star mientras el equipo Cuba ganaba la medalla de oro.
2004-2006: 2do título olímpico de Eduardo Paret, MVP mundial y I Clásico
Durante los Juegos Olímpicos de 2004, Eduardo Paret bateó para .294/.385/.382/.767, pero fue atrapado robando en los cuatro intentos que hizo aunque volvió a irse sin pifias en 35 lances. En el juego por la Medalla de Oro, se fue de 5-2 con un doble y dos carreras impulsadas en la victoria de Cuba 6×2 sobre Australia. Su doble de dos carreras ante Ryan Rowland-Smith en el sexto, fletó a Ariel Pestano y a Eriel Sánchez y puso a Cuba por delante 6×1.
El non-plus ultra de sus performances foráneos tuvo lugar en el Campeonato Mundial de 2005, en el que lideró a los bateadores de dicha cita y su desempeño guante en manos no dejó resquicio a los inconformes. Cerró con un asombroso .632/.714/1.105/1.819 más 12 carreras y ocho robos en ocho intentos, todo esto en seis juegos antes de que una distensión en la pantorrilla sacara del campo al capitán del equipo Cuba antes de la ronda final. Aún así, lideró el torneo en bases robadas, fue nombrado el campocorto All-Star y el Jugador Más Valioso. Por su actuación en dicho torneo, fue proclamado el Mejor Pelotero de la IBAF durante ese año.
Sería ese el preámbulo de su competición cumbre, el I Clásico Mundial de Beisbol de 2006. Allí entre la crema innata, el capitán del equipo antillano compiló .229 (8 en 35), aderezado con dos tubeyes, un largo jonrón en la final y cinco carreras impulsadas. A la defensa, brilló y sorprendió a los entendidos con su juego estelar. Fue una columna dorsal para el inédito segundo lugar alcanzado por Cuba en tan alto evento.
Últimos shows con la selección nacional
En el clasificatorio COPABE de 2006 para los Juegos Olímpicos de 2008, Eduardo Paret bateó .276/.444/.379/.823 con ocho bases por bolas en nueve juegos. En los Juegos Centroamericanos y del Caribe de ese propio 2006 dejó línea de .379/.455/.483/.938, pero fue atrapado robando en dos de tres intentos. Selló su actuación de 17-5 con tres bases por bolas para ayudar a Cuba a ganar el oro en los Juegos Panamericanos de 2007.
Durante el desarrollo de la Copa Mundial de Béisbol de 2007, Eduardo Paret exhibió frecuencias de .259/.344/.296/.640 con 39 lances sin errores en el campo corto. Cuba se quedó corta en su intento por el oro, conformándose con la plata. El villaclareño anotó una de sus dos carreras en el juego por título contra Brian Duensing de los Estados Unidos.
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El veterano de 35 años bateó .250/.400/.333/.733 en los Juegos Olímpicos de Beijing en el 2008, con tres estafas en tres intentos. No cometió errores en 32 lances como campocorto y realizó seis jugadas de doble play. Empató la mayor cantidad de robos (2) en la primera ronda, igualado con Masahiro Araki, Giorvis Duvergel, Hyun-soo Kim,Tsuyoshi Nishioka,Jong-wook Lee y Lingfeng Sun.
Eduardo Paret ya no era el campocorto titular de Cuba para el II Clásico Mundial de Béisbol de 2009, cuando dividió funciones con Luis Miguel Nava. Paret se fue de 9-0 con dos bases por bolas en un torneo decepcionante.
En resumen Eduardo Paret participó en tres Juegos Olímpicos (dos medallas de oro y una de plata), dos Clásicos Mundiales (medalla de plata en el 2006), seis Campeonatos Mundiales de la IBAF (cuatro medallas de oro y dos de plata), tres Juegos Panamericanos (tres títulos) y tres Juegos Centroamericanos y del Caribe (tres títulos).
Números de Eduardo Paret en Series Nacionales
Sus estadísticas en 21 temporadas le dan un magnífico promedio de .293, producto de 1.843 en 6.285 turnos. De ellos 139 fueron jonrones y 291 dobletes. Empujó 677 anotaciones, lo bolearon en 1.041 oportunidades, lo poncharon 730 veces y tuvo un slugging de .426.
A la defensa, alcanzó el mejor promedio de todos los torpederos en nuestras Series Nacionales, nada menos que .972. Para lograr tan alto guarismo, solo cometió 256 errores en 9.046 lances, facturó 2.748 outs, realizó 6.042 asistencias y su cifra de dobles plays se elevó a 1.168.
Si buscamos un jugador que sea integral dentro del beisbol cubano, uno de los mejores, sino el mejor, es Eduardo Paret. Con una defensa de lujo, un gran alcance y una ofensiva siempre eficiente, se sitúa, sin lugar a dudas, en el top de los defensores de esa difícil posición durante el periodo de las Series Nacionales.
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