Eduardo Paret y Villa Clara… entre las nieblas

Por Alexander García Milián Tal parece el título de una novela de terror o de cruento suspenso, quizás a lo Stephen King o Agatha Christie; nieblas, silencio, oquedad, bruma, todo tiende al misterio y a las dudas. Al mencionar a Eduardo Paret, pienso en su rostro franco, percibo su voz pausada, lo recuerdo hablar con […]

Por Alexander García Milián

Tal parece el título de una novela de terror o de cruento suspenso, quizás a lo Stephen King o Agatha Christie; nieblas, silencio, oquedad, bruma, todo tiende al misterio y a las dudas.

Al mencionar a Eduardo Paret, pienso en su rostro franco, percibo su voz pausada, lo recuerdo hablar con tristeza en Confesiones de Grandes y creo que es un tipo grande en verdad, uno de esos que cae mal, que luce como atravesado para unos, que es un dios para otros.

Cuando se escurrió la noticia de que había abandonado los entrenamientos de Villa Clara, enseguida las alarmas se dispararon, todos los focos se situaron sobre él y en medio de un clamor popular desapareció la incertidumbre en el mismo instante que anunciaba su regreso.

Es Eduardo Paret, ese mismo que un día no dejaron entrar al Sandino porque a unos tipos ahí se les metió en la cabeza que era gusano, que si tenía vínculos con Toca, con Arrojo; que si esto o aquello; los chismes empezaron a volar y de nada sirvió al parecer su membresía olímpica en Atlanta, su entrega sin límites en el terreno… en fin, toda una montaña de espesa mierda fue sobre él.

Ahora tras su retorno, el manager de los anaranjados aludió a nuevos problemas con las autoridades, a inconformidades con determinadas decisiones, se mostró dolido por la desconsideración de algunas personas; fue como regresar el tiempo hacia atrás y pedalear de nuevo adelante, sentir el odio, los dogmatismos errados, las falacias y las dudas.

Cuando Víctor estaba, todo era pedir de boca, todo; hoy con Paret, comienzan las trabas y no importa el subcampeonato en su primera campaña como manager.

Es Eduardo Paret, el discípulo de Pedro Jova y si este fue calumniado en su momento también, a  pesar de sus logros como director, como no con Paret- de tal palo, tal astilla- creo oír unas voces hablando por ahí.

Si a Anglada que es el director del equipo Cuba hoy, se le crucifico, se le marco con hierro caliente, se declaró paria y demás, si con Anglada paso eso, como no con Paret; es una historia que se repite, cambia de nombre pero se repite.

Los ejemplos de injusticia en la pelota cubana son harto conocidos por la mayoría de los fanáticos, o como olvidar la flagelación que se le hizo a Michel Enríquez por culpa de un contrato, por solo citar lo más reciente.

El hecho de que Paret haya regresado es lo más importante, no hay dudas, lo jodido es que todavía los apostatas del engaño y del manejo de la verdad con tonos maquiavélicos van a lo sutil del asunto y dejen a un lado la realidad, la parte importante del cuento.

Nos vemos a la vuelta.

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