El bate de Mookie Betts se despierta con primeros JONRONES y BARRELS del 2022

Por Jesús Alaín Fernández/@JesusLCA2017 Mookie Betts pega un jonrón en la quinta para regresar a los Dodgers en el marcador en el primer juego de la serie de tres ante los Padres de San Diego. El batazo (su jonrón 179 de por vida) tiene una connotación más allá de lo acostumbrado para el jardinero derecho, […]

Por Jesús Alaín Fernández/@JesusLCA2017

Mookie Betts pega un jonrón en la quinta para regresar a los Dodgers en el marcador en el primer juego de la serie de tres ante los Padres de San Diego. El batazo (su jonrón 179 de por vida) tiene una connotación más allá de lo acostumbrado para el jardinero derecho, MVP y cinco veces All Star. Te contamos.

Para Mookie el inicio de la temporada 2022 no ha sido como esperaba. Luego de haber tenido una temporada 2021 acosado por lesiones que no le permitieron jugar todo el tiempo o que cuando lo hacía no estaba al 100% de capacidad ha declarado que para el curso actual se encuentra como nunca antes físicamente.

Pero la realidad ha sido otra en el terreno.

Es la primera temporada en la que el jugador pasa del juego 12 sin haber conectado un cuadrangular. En el 2014, su año de novato, logró jonronear en una ocasión (juego nueve ante los Cubs) mientras que en el 2017, también tuvo un jonrón en sus primeros 12 juegos de temporada (lo consiguió en el segundo partido ante  Toronto).

En las otras seis temporadas ha logrado dos o más cuadrangulares en este espacio de tiempo (tres en el 2019 es su récord personal).

Pero el dato más sorprendente no es el anteriormente comentado. El jardinero cuatro veces ganador del Bate de Plata y poseedor de un Título de Bateo, en los primeros 12 partidos y el inicio del 13 se paró en el cajón de bateo en 54 oportunidades. En ninguna de ellas logró conectar una pelota que fuera calificada como barrel (combinación de velocidad y ángulo de salida que maximiza la probabilidad de éxito del batazo).  

El de hoy para sumar la primera carrera de los Dodgers fue a 104.38 mph y un ángulo de salida de 29 grados para un xBA de .930.

Y como mejor señal al final de la noche, para cerrar el marcador llegó el segundo. Un batazo por el izquierdo que voló hasta los 370 pies trajo la sexta carrera y dejó el encuentro a punto de mate. Es el juego número 20 con dos jonrones para el jugador que hasta la fecha se encontraba en medio de un profundo slump.

¿Se habrá roto definitivamente el hechizo que tiene al hombre que abre la tanda de los Dodgers bateando solo para .191 de promedio ofensivo?

Dejemos al tiempo la respuesta.

Del mundo de los Dodgers estaremos comentando. Le invitamos a seguirnos y leer todo lo que por acá se publica.

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