El mito no ha muerto, Almendares VIVE en Buenos Aires

Daniel De Malas Andreu

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Por Darien Medina Cuba tiene un pedacito de su esencia en la ciudad de Buenos Aires, lo que comenzó como un necesario punto de encuentro entre cubanos se ha convertido en uno de los equipos de la  Liga Metropolitana de mayor crecimiento en los últimos años, se llama Almendares y compiten desde hace dos años…

Por Darien Medina

Cuba tiene un pedacito de su esencia en la ciudad de Buenos Aires, lo que comenzó como un necesario punto de encuentro entre cubanos se ha convertido en uno de los equipos de la  Liga Metropolitana de mayor crecimiento en los últimos años, se llama Almendares y compiten desde hace dos años en el primer nivel del circuito beisbolero de la capital argentina.

Ningún otro equipo conformado por extranjeros ha logrado una permanencia tan larga dentro de la primera categoría, en la pasada temporada cayeron en la final ante el equipo de mayor tradición del torneo.

Jugar béisbol fue solo un pretexto para acercar a Cuba a la vida de cada uno de sus integrantes, era una necesidad jugar pelota para sentir la esencia de la Isla y Almendares ha sido ese refugio y aliento en medio de la nostalgia, el acompañante de cada uno de sus miembros, han pasado más de 10 años desde su fundación y el mito de este equipo del béisbol profesional cubano revive en otro contexto, pero con la misma pasión.

**INICIOS**

Los hermanos Ricardo y Pedro de las Barreras son los fundadores de Almendares, Pedro llegó a Argentina en 1990, en Cuba se graduó de ingeniero hidráulico y practicó béisbol, con los años el deporte pasaría a un segundo plano hasta que en Buenos Aires se reencuentra nuevamente con él.

En el año 2008 y tras varios intentos de fundar un equipo que también funcionara como espacio de reunión y encuentro entre cubanos, el béisbol se convierte en ese pretexto para reunirse, lo que también conllevaba a un mayor sacrifico en el  ámbito personal. ¨Eso significaba también un esfuerzo, uno trabaja, tiene que dejar de cumplir sus responsabilidades, dejar la familia un sábado para jugar béisbol, pero pasado todo eso nos dimos cuenta que era un momento muy agradable para nosotros¨.

Tras varios intentos se funda Almendares integrado por cubanos, el equipo iniciaba  en la segunda categoría de la Liga Metropolitana  y en muchos casos los integrantes sobrepasaban los 30 años. ¨Nos fuimos  perfeccionando,  llegaron gente más joven como Alberto Carbonell y teníamos jugadores muy activos  que además de ser buenos jugadores ayudaban mucho en el equipo como  Alain Machín, Alejandro Junco y  Abel  Era Rodriguez que además desempeñaba como capitán. Logramos tener un equipo que además era también un lugar donde nos reuníamos, donde mucho de los cubanos que recién llegaban encontraron de cierta manera hospitalidad, un trabajo, un espacio  para  canalizar sus necesidades, surgimos  de los cubanos que nos íbamos conociendo, se convirtió verdaderamente en un conjunto  competitivo¨.

A medida que pasaron los juegos y el tiempo, los integrantes del equipo lograron  una compenetración que propició que el nivel fuese en aumento, teniendo como principal atributo la ofensiva, mientras su mayor debilidad recaía en su picheo. ¨Teníamos chicos grandes o que habían venido sin haber lanzado nunca una pelota desde el box y eso trajo ese inconveniente, pero lo suplimos con una fuerte ofensiva y haciendo muchas carreras, eso hizo que ganáramos varios campeonatos¨.

A pesar de obtener varios títulos en la 2da categoría, Almendares tenía limitantes dentro de su estructura para llegar al primer nivel, como parte del reglamento de la Liga Metropolitana de béisbol los equipos de la categoría A1 debían contar con dos equipos de divisiones inferiores conformada por niños, es como una garantía de desarrollo de este deporte en el país del cual Almendares carecía totalmente al ser solo un grupo de extranjeros que se juntaban para jugar, sin club, ni un predio donde practicar.

Iniciando el año pasado, la LMB (Liga Metropolitana de Béisbol) realiza cambios en el reglamento y por primera vez permite el ascenso a la máxima categoría del equipo Campeón de A2, Almendares. ¨Ascendimos y en ese primer campeonato nos costó mucho trabajo adaptarnos, la nueva división exige doble partidos los domingos y existe una mayor calidad de juego. A medida que se fue desarrollando el torneo fuimos mejorando. Para ese entonces ya habíamos incorporado algunos jugadores, en su gran mayoría  venezolanos de los cuales  hemos obtenido sangre joven con físicos competitivos. Tras un mal inicio Almendares logró remontar, pero no lo suficiente como para meterse en las finales.

¨Ya en el segundo torneo se contaba con algo de experiencia y eso permitió que estuviésemos discutiendo hasta último momento el campeonato de A1, frente al fuerte equipo de DAOM. Actualmente, bajo el mando de Raydel Estopiñan, somos los subcampeones del Top Seis e incluso tenemos algunos jugadores en la selección metropolitana, lo que nos trae además de orgullo una responsabilidad y necesidad de seguir mejorando¨.

Desde el arribo a esta categoría de nivel superior la mentalidad del equipo ha tenido que ser modificada, ya jugar béisbol no es solo un espacio de entretenimiento o de encuentro, tienen que pensar en competir. ¨En estos momentos estamos intentando armar un equipo nuevo en el nivel A2 y así estar presente en las dos categorías¨.

El arribo de cubanos al país suramericano  ya no es el mismo de años anteriores y muchos de los integrantes comienzan a envejecer, pero el futuro de Almendares sigue siendo alentador para Pedro. ¨Muchas expectativas y pensamiento positivo en lo que puede suceder, seguimos compitiendo y tenemos el grandísimo orgullo de saber que estamos en la máxima división¨.

**PROTAGONISTAS**

Alejandro Junco es otro habanero que es parte de Almendares, desde los cinco años comenzó a jugar béisbol, llegó a Argentina con 26, en la Universidad donde estudiaba Ingeniería Química siguió practicando este deporte en los Juegos Universitarios.

En el país suramericano comenzó jugando en los equipos América (conformado por dominicanos) y en Caribe, que de alguna forma son la génesis de Almendares. ¨Por ciertos malentendidos los dos equipos se desintegran y ese mismo año me uní  al grupo de cubanos y formamos Almendares, al principio todos éramos cubanos, pero luego muchos por diversas razones salieron del país, y el equipo entró en una crisis en el 2015-2016, se incorporaron varios compatriotas, pero ya no era proporcional los  que entraba y los que salían, por lo que nos faltaban peloteros y en el 2016 entró el primer venezolano, a partir de ahí comenzó la oleada desde ese país¨.

Almendares ha sido parte importante de la vida de Alejandro en Buenos Aires, son uno de esos elementos que se han convertido en imprescindibles en su vida. ¨Yo le doy importancia a varias cosas, primero tener a mi hijo, segundo la familia que he formado, tener trabajo, salud y el béisbol, donde he  encontrado un lugar en el que somos más que jugadores, somos una familia, estamos lejos de Cuba, compartimos muchas cosas dentro y fuera del terreno¨.

No es una opción abandonar el béisbol, el día que su físico se lo impida ahí estará para y por Almendares, es mucho más que jugar béisbol.

Abel Era Rodriguez es el jugador más veterano del equipo, desde chico se inició como receptor, posición en que en Almendares tuvo incluso el placer de recibirle al avileño, ex equipo Cuba Yennier Cano quien durante una temporada fue parte de este equipo.

Graduado de Ingeniería Mecánica y natural de La Habana, Abel practicó de manera seria béisbol en Cuba.  ¨Entrenábamos todos los días  en la mañana en el estadio Rafael Conte y en El Ferro de la barriada de Lawton. Así transcurrió toda la primaria, la secundaria y el preuniversitario, alternando con el deporte y participando en los torneos provinciales con el equipo de 10 de Octubre. Recuerdo dentro de mis entrenadores a Carlos Cepero (luego fue coach de Industriales y del Cuba en el clásico del 2006) ¨.

Tras su entrada a la Universidad el béisbol pasa a un segundo plano, pero continúa jugando en los Juegos Universitarios representando a la CUJAE. En el 2004 y con 30 años llega Argentina, se enfrasca en buscar un espacio para jugar y comienza a hacerlo en el equipo Caribe.

En el 2008 junto a los hermanos Ricardo y Pedro de las Barreras fundan a   Almendares. ¨Inició con la idea de lograr una comunidad con los cubanos que por distintas razones emigramos a Buenos Aires. Aquello era nuestro cable a tierra donde compartíamos nuestra pasión por el béisbol y nuestros acontecimientos de la vida cotidiana. No solo generamos buenos amigos, sino que también teníamos muy buen equipo que se materializó en la conquista de varios campeonatos.

¨Hoy jugamos en el mejor nivel, no solo con cubanos, ahora tenemos una buena camada de venezolanos que pertenecen a nuestra familia Almendares y estamos orgullosos de tenerlos junto a nosotros¨.

Actualmente Abel ha cambiado la receptoría por la inicial pero su pasión y compromiso con este proyecto siguen intactos, es ese pedazo de Cuba que ha podido llevar y guardar junto a él. ¨Por ahora mientras  pueda seguiré activo hasta que algún día, seguramente siga a Almendares, pero desde otro lugar¨.

**ALMENDARES**

La Liga Metropolitana Argentina cuenta con 30 equipos divididos en tres divisiones, Almendares es parte del Top 6 como también se le conoce a la A1, ahí comparte con equipos de gran tradición y con una infraestructura sólida que le permite un mejor desarrollo.

Almendares parte con desventajas en relación con sus rivales, pero no se desalienta, a falta de tener terreno propio desarrollan sus juegos de local en los predios del estadio nacional perteneciente a la Federación Argentina de Béisbol en el mismo lugar donde en 1995 se desarrollara la competencia de béisbol de los Juegos Panamericanos.

Para estos cubanos el béisbol no es un medio para vivir, no sustentan sus vidas en lo material, en lo espiritual tiene un valor que no cabe tan siquiera en la distancia que los separan de Cuba, necesitan los domingos de pelota, es el modo de visitar su patria, esa que algunos pueden pensar que abandonaron, pero que lo siguen acompañando, ya lo asegura en una de sus canciones Buena Fe: nunca te vas del todo.

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