Edgar Hernández: De Metropolitanos al béisbol español

Por Darien Medina    Edgar Hernández comenzó con ocho años en el béisbol. Primero lo intentó en la natación en Ciudad Libertad en La Habana, pero aquellas aburridas rutinas de entrenamiento terminaron por alejarlo de ese deporte por completo y fue precisamente en los terrenos de aquel centro educativo dónde iniciaría su camino en la […]

Por Darien Medina

   Edgar Hernández comenzó con ocho años en el béisbol. Primero lo intentó en la natación en Ciudad Libertad en La Habana, pero aquellas aburridas rutinas de entrenamiento terminaron por alejarlo de ese deporte por completo y fue precisamente en los terrenos de aquel centro educativo dónde iniciaría su camino en la pelota.

   «Veía que había jugadores de béisbol en los campos de Ciudad Libertad y me acerqué. Comencé con dos entrenadores maravillosos: Benacio Perdigón y Domingo Perdomo. Así fueron mis inicios», recuerda Edgar en exclusiva para SwingCompleto.

   Su tránsito dentro del béisbol prosiguió por toda la pirámide deportiva cubana. Al terminar su último año fue llamado para formar parte de la Liga de Desarrollo con el equipo Capitalinos durante dos años, antes de pasar a Constructores en dicho torneo, lo cual le abriría las puertas a la preselección de Industriales.

   «Ahí comienzo a sentir el béisbol de verdad con jugadores que estuvieron mucho tiempo en Series Nacionales; finalmente llegué a la preselección del principal seleccionado de la capital en ese momento con Pedro Medina al frente».

   Su única temporada en la Serie Nacional fue la 2002-2003 con Metropolitanos y bajo el mando de Juan Padilla, participó en 19 desafíos con 22 veces al bate. Al terminar la campaña, inició su etapa como manager de Marianao en la Serie Provincial. En gran medida influyeron en esta decisión la llegada a su vida de sus hijos mellizos y confiesa que «me tuve que dedicar a ellos por completo, además la situación económica era complicada, aunque las condiciones para los peloteros  había mejorado, pero era muy difícil para mí con padres jubilados, mis hijos recién nacidos, entonces decido pasar a entrenador y ahí comienzo a dirigir».

   Su papel de entrenador se extendió durante dos años: «También jugaba, era un rol complicado, debido a mi posición en la receptoría, trabajaba con muchachos muy jovencitos, nosotros ganamos el campeonato provincial que era la primera vez que Marianao lo lograba después de 1959 y fue una meta que nos trazamos un grupo de jugadores que veníamos desde las categorías pequeñas».

   Tras ese título, al año siguiente las cosas no volverían hacer iguales, muchos jugadores abandonaron el país y otros se desvincularon del béisbol. «Me quedo solo prácticamente, jugué para ayudar a los muchachos jóvenes, pero ya no tenía la misma motivación por problemas familiares, mis niños pequeños y decido jugar sin pretensiones personales, no obstante tuve buenos resultados y me llaman a la preselección por segundo año seguido con los Metros».

   Aun así no volvió a tener participación en la Serie Nacional pues después de recibir una oportunidad de trabajo en España, se traslada al país europeo para comenzar a escribir una nueva historia como jugador y entrenador.

   «Al mes o algo así de iniciada la preparación con la preselección de Metropolitanos la dejo, hablo con los entrenadores de que no me sentía motivado y no quería seguir más y realmente tenía posibilidad de venir a trabajar a Europa», explica Edgar Hernández.

   Debía comenzar desde cero. En sus dos primeros años formó parte del club Viladecans -el más laureado dentro del béisbol español. Las tres siguientes temporadas serían en el Sant Boi bajo los órdenes del también cubano Francisco Despaigne, donde además ocuparía la función de segundo entrenador, logrando el campeonato en el año 2010. Antes de su salida del conjunto ocupó el cargo de director. Posteriormente regresó a Viladecans, donde actualmente se desempeña en la misma función.

   Después de la fundación de la Academia Catalana se dedica a entrenar a los receptores, aunque su trabajo abarca mucho más. «Trabajamos dos veces por semana; el resto del tiempo los muchachos lo dedican a sus clubes y yo dirijo a los entrenadores para llevar a cabo la preparación de la mejor manera posible y que los muchachos puedan tener buenos resultados», subraya.

   El trabajo de Edgar lo desarrolla en la región donde el  béisbol está más consolidado en España: Cataluña. En la liga autonómica ha ganado dos campeonatos, en el torneo europeo de clubes logró ubicarse en el quinto puesto, pero no ha sido esta su mejor posición. En una ocasión lograron clasificar al torneo que se realiza en Estados Unidos, justo en el momento que se encontraba formando parte del colectivo técnico de la selección española en el campeonato europeo.

   Igualmente, Edgar ya cuenta con experiencia en varios campeonatos de España, dos Senior League con la selección catalana, además de un torneo 90 aniversario por la fundación de la Federación local; con la selección española acumula dos mundiales categoría cadete y la misma cantidad de certámenes  europeos en esa categoría, además un Mundial Juvenil Junior.

   Para él no existen otros planes que no sean continuar en el béisbol.  «Creo que todos los que nos hemos dedicado a este deporte desde pequeño sentimos la necesidad de estar en un campo de juego siempre, no tengo pretensiones que no sea lo que me gane en el terreno, estoy contento con mi trabajo y el reconocimiento que voy teniendo y eso es bastante importante», asegura.

   Mientras tanto sigue siendo protagonista importante del desarrollo del béisbol español, el cual se encuentra próximo a celebrar elecciones dentro de su Federación. «A partir de esas elecciones pueden surgir proyectos nuevos o continuar con los establecidos, indiscutiblemente el béisbol español se ha reconocido, es verdad que con la participación de jugadores latinos, pero ya hemos participado en un Clásico Mundial, somos mundialistas. En este último año juvenil, subcampeones de Europa, ya no se enfrentan a nosotros creyendo que el partido será fácil, quizás tengan que planificar un poco más el juego».

   Edgar se ha convertido en un digno representante de la escuela cubana de béisbol a la que le debe su formación y por la que muestra gratitud: «Es reconocida, es indiscutible que el trabajo hay que hacerlo en la base y que a partir de que hayan buenos entrenadores siempre se tendrán resultados más tarde o más temprano en eventos de adultos; eso es lo que se está viendo aquí, que si la gente trabaja, aparecen resultados, creo que es fundamental trabajar desde la base».

   A un hombre de béisbol, es imposible no pedir su opinión acerca del estado de la pelota cubana actual, a lo que responde: «El talento está, pero todo parte de la mencionada base, el béisbol se ha afectado mucho por la salida del país de una forma u otra de muchos entrenadores. El trabajo en la base no es el mejor, quizás por falta de incentivos, porque los intereses son otros, hay que actualizarse, hay que competir y empezar de nuevo a crear un sistema un macroentrenamiento y un macrociclo donde los jugadores empiecen de abajo, trabajando duro con entrenadores que tengan la posibilidad de llevarlos lejos».  

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *