Por José Alejandro Rodríguez Zas
En su paso por el Show de Swing Completo, programa estelar de nuestro canal de YouTube Swing Completo Beisbol Cubano, el cual se transmite de lunes a viernes a las 8pm hora de Cuba, el extraclase inicialista cubano de los Chicago White Sox, José Abreu, contó interesantes anécdotas sobre su vida privada y sus inicios en el beisbol, en zonas rurales de la provincia de Cienfuegos, en el centro sur de Cuba.
Cuestionado sobre los nombres que le vienen a la mente de aquella época y que lo marcaron es su proceso de convertirse en pelotero, el MVP de la Liga Americana de la pasada campaña de 2020, contestó:
“La primera persona que me viene siempre a la mente es mi madre, a ella hay que ponerla en un pedestal. También a mi padre hay que ponerlo en un pedestal. Y a mis abuelos, porque al final todos ellos siempre estuvieron ahí para mí”.
“Mi familia siempre estaba conmigo, en las buenas y en las malas, siempre estaba conmigo” confeso Pito Abreu en el show. “A veces había sus diferencias, porque la familia no se escoge, es la que te toca y ya. Pero con todo eso, reitero, a mi madre y a mi padre hay que ponerlos en un pedestal. Esos dos guajiros siempre pusieron a Pito en el lugar adecuado.”
Sobre sus primeros compases en el mundo beisbolero, el extraclase inicialista de las Grandes Ligas, dijo:
“Cuando yo era pequeño, mi mamá me recogía en la primaria, cuando yo salía de la escuela, y en una jabita me recolectaba unas piedras en la línea del tren y me las daba, con un pedazo de palo para que yo jugara. Me hacia un vaso de agua con azúcar y me daba un pan, si había, y me subía al techo de la casa, para que yo bateara todas las piedras hacia el patio. Hasta que no se acababan todas, ella no me dejaba bajar de ahí.”
Acerca de las carencias y dificultades para practicar beisbol, Pito confesó:
“En Cuba los implementos deportivos siempre se dificultaron de alguna manera. Siempre se jugó descalzo en la calle. Yo tenía unos zapatos que eras de atletismo que tenían unos ganchos adelante y vacíos por detrás, parecía yo una lancha fuera de borda, pero al menos los tenía. Increíble aquello.”
“Pero esas son las cosas que nos hacen grandes a nosotros los cubanos y nos llevan al punto en que estamos hoy, donde somos capaces de valorar todo lo que tenemos hoy en día. Y no es dinero solamente, sino salud, familia, personas que te admiran, que te respetan.”
Acerca de las figuras del beisbol que siempre admiró, el cienfueguero dijo:
“Recuerdo que desde niño siempre tuve dos peloteros que eran mis ídolos: Víctor Mesa y Orestes Kindelán. Es cierto que admiré mucho a (Antonio) Muñoz, a (Pedro José Rodríguez) “Cheíto”, a Héctor Olivera, a Sixto Hernández y otros peloteros de Cienfuegos, pero al final esos dos eras mis ejemplos a seguir”
“Víctor para mí era un artista, todo un show en el terreno y siempre le agradezco a él por guiarnos y dejarnos saber que el beisbol hay que aprender a verlo de otra manera. Todos podrán hablar bien o mal de Víctor, pero mis respetos para él”, concluyó Abreu su intervención sobre el tema en el programa.
Sin duda alguna, la humildad de Abreu es una característica inherente a su persona y que lo lleva a brillar dentro y fuera del terreno, además de ganarse el cariño y el respeto de sus compañeros de equipo, peloteros rivales y aficionados del buen beisbol.