Pelotero cubano busca en México futura firma con equipos de MLB

Franco Miguel Alvariño Desde que tenía apenas cinco años, Joel comenzó a jugar pelota en su natal 10 de octubre, en La Habana y, desde que agarró la primera pelota en sus manos, este hermoso deporte se ha convertido en parte de su vida. Hoy, con 23 abriles en su cuenta, Joel David Paula Méndez […]

Franco Miguel Alvariño

Desde que tenía apenas cinco años, Joel comenzó a jugar pelota en su natal 10 de octubre, en La Habana y, desde que agarró la primera pelota en sus manos, este hermoso deporte se ha convertido en parte de su vida. Hoy, con 23 abriles en su cuenta, Joel David Paula Méndez despunta como uno de los mejores talentos cubanos.

El “Yoyo” reside actualmente en Cancún, México, pero no olvida sus inicios en el deporte de las bolas y los strikes y, conversando con Swing Completo, recuerda sus primeras andanzas sobre los diamantes siendo un niño.

“Jugar en las categorías inferiores en Cuba fue súper increíble. Recordar aquellos días en Cuba me llena de satisfacción. Cuando el «Edison», estadio para el desarrollo del béisbol infantil en la barriada de la Víbora, se llenaba de padres y todos empezaban a gritar, aquello era algo maravillo para mí”, dice.

Como cualquier bisoño deportista, Joel David transitó por las pequeñas ligas hasta hacer el grado para la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE). Una vez en la institución, comenzó un angosto camino en busca del éxito. Sucede que el «Yoyo» no dejó nunca que obstáculo alguno entrara en su camino. “En la EIDE aprendí mucho. Tuve excelentes profesores, tanto en el deporte como en la docencia. Solo podré decir que estoy agradecido eternamente con mis padres, porque han sido los únicos que me han apoyado siempre. Ellos están a mi lado tanto en las buenas y las malas”.

Joel David integró varias preselecciones y, como juvenil, tuvo la dicha de saborear el título en par de ocasiones, llegándose a convertir en uno de los principales abridores del conjunto. Sin embargo, para él no todo fue «color de rosa». Este joven lanzador sufrió en carne propia los sinsabores de un mal manejo del equipo.

“Integrar las filas de un equipo Habana o Cuba (juvenil) se torna un poco difícil y más cuando uno es nuevo. Los novatos tienen que dar algo más que el máximo para poder formar parte del equipo. A esos equipos no va quien se lo gane y tenga mejor rendimiento”.

El Yoyo y los Industriales, un sueño cumplido

No hay en Cuba un equipo más polémico que los Azules de la capital. Todo lo que tenga relación con el béisbol antillano tendrá que ver, de una forma u otra, con Industriales. No se trata de chovinismo ni paternalismo, mucho menos preferencia por un conjunto que tiene bien ganado como mascota un león.

Sucede que la mística que envuelven esas 12 letras góticas se cuelan en los sueños de todo peloterito habanero y, a veces, cubano. Jugar con Industriales se vuelve entonces una aspiración. No siempre sucede así, pero quienes consiguen vestir la franela azul añil, tendrán un puesto garantizado en el umbral histórico de ese equipo.

El «Yoyo» también quería pertenecer al staff de lanzadores capitalinos. Por ello trabajó y dedicó días y días de entrenamiento. Sobre ello conversó también este novel monticulista. “Jugar en los Industriales fue algo que me costó mucho trabajo conseguirlo, pero me lo propuse y con el favor de Dios pude lograr ese sueño.

“Es algo único integrar las filas del equipo azul de la capital. Experiencias tuve muchas, pero verme entre estrellas como (Carlos) Tabares, (Alexander) Malleta, Rudy Reyes, Frank Camilo (Morejón) me llenó de satisfacción. Que me disculpe todo aquel que no haya mencionado, es que son muchos y a todos les agradezco por haberme recibido y apoyado en esa experiencia tan increíble de mi vida. El mejor equipo de Cuba son los Industriales”.

En busca del Big Show, objetivo MLB

No es un secreto. Desde hace varios años, el béisbol dentro de la Isla sufre la pérdida de sus principales estrellas. Más reciente, varios de los beisbolistas que salen del país aún no pasan los 23 años. Sin embargo, salen en busca de una firma que los mejore económicamente y poder jugar en la mejor pelota del planeta.

No se trata de improvisaciones ni desilusiones, más bien, tal decisión responde a la búsqueda de aspiraciones personales.  Así lo hizo saber el «Yoyo» a los lectores de Swing Completo: “No me desilusioné con el béisbol en Cuba, ese es mi país y tuve la oportunidad de poder jugar en unos de los mejores equipos. Solo emigré para poder tener la oportunidad de jugar el mejor béisbol del mundo y poder ayudar a mi familia el día de mañana”.

¿Qué tendría que ocurrir para que volvieras a jugar pelota en Cuba??

No podría responderte esa pregunta ahora mismo. No lo tengo en mente, al menos por ahora.

En la actualidad, Joel David Paula radica en México, donde se prepara cada día al máximo, en pos de lograr su anhelo y que le llevó a salir de su país en su búsqueda. “Sé que con la ayuda de Dios lo voy a conseguir. Prefiero no hablar de planes futuros para que se den tal y como los tengo pensados.”

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