Por Ernesto Amaya
Desde que dio sus primeros pasos en el béisbol, el pinareño Randy Arozarena sabía que su futuro estaba en los terrenos de pelota. Es un jugador rápido, polivalente, con poder, tacto y excelente defensa. Estos atributos lo colocan como uno de los principales prospectos cubanos en las Grandes Ligas.
En su última campaña (2014-2015) jugando para los Vegueros de Pinar del Río el jovencito la descosió al promediar para 291 de average con 66 hits, 12 dobles, cuatro triples, tres jonrones y 24 carreras impulsadas.
“Me fui de Cuba porque quería probarme en otro béisbol, conozco mis potencialidades y sabía que iba a triunfar en una liga de más nivel”, afirma Randy convencido de lo que quiere.
Muchos peloteros se han reincorporado a la serie nacional luego de amargas experiencias en el extranjero o con el infortunio de no haber logrado sus propósitos y es que el cambio es notable.
“La diferencia es muy grande, el béisbol de aquí es profesional. Hay más recursos, estadísticas e información. No se practica el juego chiquito como se dice en Cuba, se trabaja para lograr objetivos mayores”.
Uno de los entrenadores que confió siempre en ti fue Alfonso Urquiola…
“El profesor siempre vio en mí un potencial, le doy las gracias por todo lo que me enseñó y por llevarme a los jardines en mi paso por las series nacionales. También su hijo Alexander siempre estuvo ahí desde el inicio junto con Charles Díaz Jr.”
En el 2019 debutaste en Grandes Ligas con los Cardenales de San Luis, imagino que pasaron muchas cosas por tu mente y que tengas planes en lo personal…
“Fue una experiencia muy bonita que me hizo recordar todo lo que ha pasado desde el primer día que jugué pelota, mi primer guante, los entrenadores que tuve en Arroyos de Mantua, los piquetes con los muchachos del barrio.
“Me vino a la mente mi papá, que sin saber nada de pelota, agarraba su tiempo y me ponía a hacer ejercicios. Recuerdo que la última vez que me despedí de él le dije que iba a ser jugador de Grandes Ligas y lo cumplí. Estoy orgulloso de todo lo que he logrado hasta ahora.
“Mi principal meta no es un secreto, quiero jugar el Clásico Mundial por México”.
El mensaje al pueblo de Pinar
A Pinar, a Arroyos de Mantua y a todos mis compañeros de equipo les mando un fuerte abrazo de corazón. Siempre estoy pendiente de los juegos y me duele cuando pierden. Este año los iré a ver al Capitán San Luis y estoy seguro de que clasificarán a los playoffs”.
Randy Arozarena ha participado en cinco juegos con los Cardenales de San Luis en las Grandes Ligas, ha pegado tres indiscutibles, un biangular y ha remolcado una carrera.
Además, entre AA y AAA terminó la campaña con 118 cañonazos, 25 dobles, cuatro triples, 15 jonrones y 53 remolques.