Para nadie es un secreto la tremenda calidad defensiva de Yulieski Gurriel como inicialista; no es casualidad que se le entregara el primeo Guante de Oro la temporada anterior. Tampoco es coincidencia que en siete temporadas en las Grandes Ligas, defendiendo esa posición, tenga un average defensivo de 995 en un total de 4420 lances.
A pesar de ello, hasta los más avezados tienen momentos en los que fallan y eso fue lo que ocurrió en la primera entrada del choque entre los Houston Astros y Los Angeles Angels, en el Minute Maid Park. Ya con pizarra de 3×0, incluso antes de que los locales tomaran su primera oportunidad ofensiva y con la casa llena, el torpedero Andrew Velázquez conectó rolling de frente a Yulieski que a primera vista parecía inofensivo.
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La primera dificultad llegó cuando el corredor de primera, Tyler Wade, entró en la línea visual del espirituano y al lograr esquivar la bola, provocó que el lance se le dificultara y no lo pudiera capturar. La pelota impactó en el cuerpo del cubano pero le quedó cerca y ahí llegó la segunda dificultad.
El lanzador Jake Odorizzi, contrario a lo que indica la mecánica defensiva, demoró su salida a la inicial y al percatarse de ello Yulieski, tuvo que bombear la pelota a menor velocidad para permitirle al serpentinero arribar a la base, lo que finalmente logró, pero tarde.
Tras la jugada, el choque se puso 4×0, además, permitió la entrada al cajón de bateo a Shohei Ohtani con los ángulos repletos y como bien dice el dicho: «después del error viene el hit» y el japonés lo hizo cumplir al pie de la letra, disparando largo doblete y remolcando otras dos para los Angelinos.
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Desgraciadamente para el espirituano, la jugada pasará a los libros de anotación como un error a su cuenta; ¿pero realmente lo fue? Primero la interferencia del corredor y luego la demora del lanzador son motivos suficientes para cuestionarnos la decisión final; aun así, los fríos números dirán que Yulieski Gurriel cometió su primera pifia de la temporada.
