Por Juan Páez
Si es difícil tener dos buenas temporadas consecutivas en las Grandes Ligas, imagínese tener siete campañas seguidas estando al tope de los bateadores del mejor béisbol del mundo. Ese es el caso de José Abreu, quien sencillamente no ha parado de batear desde que llegó a la Gran Carpa con los Medias Blancas de Chicago, en 2014. El inicialista cubano ha tenido una carrera brillante en las Mayores que lo pone al lado de los mejores toleteros de esta época.
Al ver su perfil en Baseball-Reference, lo que puede verse es un historial impresionante que comienza con el premio al Novato del Año, sigue con tres Bates de Plata y termina con el Jugador Más Valioso, una distinción que recibió tras su enorme campaña en 2020. En la última zafra del big show lideró la liga en imparables y tiene dos torneos consecutivos comandando el joven circuito en carreras producidas.
Pero este trabajo en homenaje a Abreu va mucho más allá. Es para mostrar con claros hechos que Pito va en el grupo de los mejores. Que pese a que está a punto de cumplir 34 años de edad, todavía está en lo que los norteamericanos llaman su “prime”, que es la mejor etapa de su trayectoria y la más explosiva con el madero.
El antillano es el quinto pelotero que más juegos ha disputado desde el año de su estreno, con 961. De hecho, es uno de los ocho que acumulan al menos 950 encuentros desde el 2014. En su caso, solo es superado por Carlos Santana (997), Anthony Rizzo (969), Charlie Blackmon (968) y Eric Hosmer (964), un cuarteto en el que curiosamente hay tres inicialistas. Esta estadística habla de lo inamovible y a la vez saludable que ha sido Pito para los Medias Blancas: desde que debutó, ha estado en el 93 por ciento de todos los duelos de los patiblancos en ronda regular (lo que es lo mismo a decir 961 de mil 32 juegos totales).
¡Hay más!
Pero todavía hay más para impresionarse. Abreu, quien acaba de ser nombrado cuarto mejor inicialista en la Gran Carpa, es el tercer pelotero en todas las Grandes Ligas con más imparables conectados en el lapso citado: mil 114. Al mirar hacia arriba, únicamente lo superan José Altuve (mil 205) y Blackmon (mil 178). Sin poder superarlo aún, lo escoltan hombres como DJ LeMahieu, Nolan Arenado y Xander Bogaerts.
En cuanto a dobles, el cubano tiene la quinta cantidad más alta del big show (233), igualado con Altuve, Arenado y Anthony Rendón. El líder de tal departamento desde el 2014 es Freddie Freeman, el primera base de los Bravos de Atlanta, con 249. Si se habla de jonrones, Abreu es octavo en la lista, que tiene en la cima a Nelson Cruz (260) y Mike Trout (240).
Más impresionante aun. Abreu es segundo en la casilla de producidas, con 671, una cantidad únicamente superada por Arenado y sus 708 remolques. Pito desplazó por poco a Cruz (663) y Edwin Encarnación (655). Por último, si se habla del renglón de extrabases disparados, Pito también pertenece a la élite: ocupa el tercer lugar en la lista y escolta a Arenado (481) y Trout (459), dos de los —aún— jóvenes más destacados de las Grandes Ligas.
El hecho de que José Abreu esté en compañía de todas esas estrellas en departamentos que solo hablan de alta producción, incansable bateo y constancia es una hazaña. Es todo un hito que expresa la grandeza del inicialista de los patiblancos, uno de los mejores bateadores de esta época, muchas veces sin llevarse el mérito que merece. Lo mejor es que el tiempo y el nivel de su ofensiva dicen que su declive está lejos, algo que también quisieron pensar los Medias Blancas cuando le dieron su nuevo contrato, en noviembre del 2019.