Por SwingCompleto/ contacto@swingcompleto.com
Por si no fuera poco con la muerte del estelar extorpedero Giraldo González, otro nombre de altura dentro del béisbol de Pinar del Río y el cubano en general se encuentra en estado crítico en el hospital León Cuervo de la principal ciudad vueltabajera por la misma causa que le costó la vida a su excompañero de equipo y millones de personas en todo el mundo.
Se trata del exlanzador Reinaldo Costa Acosta, una de las grandes luminarias del pitcheo pinareño de la década del ochenta, y quien llegó a la élite indiscutible de los lanzadores de toda Cuba a mediados de aquel nostálgico decenio.
Costa ha sido uno de los tantos pinareños que ha caído en la ola de contagios que ha experimentado la provincia más occidental de Cuba, y a pesar de haber practicado deporte toda su vida este terrible virus lo ha golpeado con contundencia.
Las noticias más recientes sobre el exlanzador son un poco más esperanzadoras que lo que se sabía en el amanecer del viernes cuando su cuadro era mucho peor. En estos momentos y según comentó el periodista Kitín Rodríguez en varios grupos de Facebook, Costa se encuentra en un estado grave pero estable.
Miembro de una de las familias más deportivas de Cuba, Reinaldo nació en el batey del central azucarero Manuel Sanguily, municipio La Palma, el 9 de febrero de 1959. Figuras destacadas del deporte en la Isla como la saltadora de altura Silvia Costa y la triple campeona olímpica Marlenis Costa son parte de un grupo familiar en el que aparecen varios peloteros más.
En Series Nacionales fue consagrándose poco a poco en los años iniciales del decenio del ochenta hasta que llegó su momento cumbre en 1984 con su triple corona de pitcheo y la presencia protagónica en la selección nacional que ganó el Campeonato Mundial celebrado en La Habana. En aquella Serie Nacional logró 12 triunfos y apenas un fracaso, más el liderazgo en ponches (60) y efectividad (1.67).
En la cita mundialista se lució con creces teniendo en cuenta que ganó sus tres partidos iniciados en los que ponchó a 27 rivales y con un PCL formidable de 1.65.
Pese a lesiones se mantuvo en la élite del pitcheo cubano en 1985 y 1986, destacándose su excelente labor en el juego decisivo de la campaña 1984-85 en la que Vegueros recuperó el título de la pelota cubana.
Pero a partir de 1987 sus problemas de salud se acrecentaron y ello contribuyó a que su liderazgo compartido con Rogelio García dentro a las escuadras pinareñas comenzara a ceder considerablemente ante el empuje de otros como Omar Ajete y Faustino Corrales. Después de 1992 ya le fue imposible mantenerse activo dentro de la Serie Nacional aun cuando en su campaña de despedida cerró con marca de 5-0 en siete presentaciones en las que concluyó con efectividad de 1.03.
De todos modos, pudo aprovechar muy bien sus doce temporadas en la categoría superior al punto de sobrepasar la cifra de 100 juegos ganados (110) con 67 fracasos. Su PCL quedó en 3.13 y el total de ponches en 815.
Después de su retiro trabajó muchos años como entrenador dentro de Pinar del Río, ya sea en selecciones provinciales primera categoría o con los niveles inferiores. Sus más recientes incursiones en Series Nacionales fueron con los Elefantes de Cienfuegos, aunque en la última temporada beisbolera hubo su polémica por la manera en que se manejó su salida del cuerpo de dirección de la escuadra sureña.
Costa siempre se caracterizó por sus lanzamientos laterales bien incómodos, con un repertorio amplio y una recta que sin ser supersónica le pesaba bastante a sus rivales dentro de una época extremadamente compleja para los monticulistas por la presencia del bate de aluminio y una gran cantidad de luminarias ofensivas.
Desde aquí pedimos sumar fuerzas para esta lucha compleja que vive esta gran figura del béisbol cubano, para que no tenga que sumarse así a la lista cada vez mayor de seres humanos, cubanos y personalidades afectados mortalmente por este virus.