Por Juan Páez
Es cierto que los Medias Blancas están dominando la División Central de la Liga Americana. Al mirar los cinco equipos que componen el centro del joven circuito, son los patiblancos el equipo más robusto y mejor formado con talento puro. Pero también es real que los ahora dirigidos por Tony La Russa tropezaron en las dos últimas series de postemporada que disputaron. Ganarlo todo es la máxima asignatura pendiente en el sur de Chicago.
Para ello, los Medias Blancas deben continuar alimentando sus bases y asegurando que, año tras año, mantendrán el talento suficiente como para mantenerse peleando con los equipos más fuertes de la Americana. Al día de hoy, Yasmani Grandal podría ser una gran moneda de cambio para alimentar sus granjas con prospectos talentosos y seguir apuntando hacia el futuro.
La principal razón de esta afirmación es el nivel que tiene el receptor cubano en la actualidad, además de su contrato. Grandal está entre los tres mejores catchers del béisbol de Grandes Ligas tanto por su ofensiva como por sus habilidades con el guante y detrás de plato. Y como si esto no fuera suficiente, su correo es accesible para cualquier otro club que quiera competir y pueda ofrecer un buen paquete de prospectos.
Si bien es cierto que tiene el contrato más millonario en la historia de los Medias Blancas, los 18.25 millones de dólares que cobrará en 2022 y 2023 (su último año de contrato) son asequibles en comparación con los peloteros mejor pagados en el juego.
Aunque los Medias Blancas no tienen un reemplazo claro para un potencial canje que involucre a Grandal, este cubano aportaría valor inmediato a cualquier club y su salida de Chicago podría permitirles a los patiblancos llenar vacíos en su roster con peloteros que puedan crecer en el equipo grande.
Al menos esa fue la filosofía que aplicaron para poder contar en la actualidad con Yoán Moncada y Michael Kopech (cambio desde Boston por Chris Sale), Eloy Jiménez y Dylan Cease (cambio desde Chicago por José Quintana) y Lucas Giolito (cambio desde Washington por Adam Eaton). Es decir, a los Medias Blancas no les tiembla el pulso para salir de sus jugadores establecidos a cambio de piezas para el futuro.
Sin embargo, todo dependerá de los movimientos del gerente general Rick Hahn y del rumbo que desee tomar el equipo. ¿Están listos para salir del mejor receptor que han tenido en años aprovechando su actualidad o querrán mantenerlo e intentar ganarlo todo con Grandal a bordo? Ese es uno de los dilemas que podrán afrontar los ejecutivos de Chicago entre esta y la próxima temporada de la Gran Carpa.
Grandal viene de disputar 93 compromisos, con una línea ofensiva de .240/.420/.520 en 375 apariciones al plato. También conectó nueve dobles y sacó 23 pelotas del parque, con 62 impulsadas y 60 anotadas. Mientras tanto, sin importar lo que suceda fuera del terreno de juego en relación a su futuro en Grandes Ligas, Yasmani deberá seguir impresionando y construyendo una gran carrera donde quiera que vea acción.