Por Darien Medina
El joven lanzador capitalino Michel Gelabert Ordóñez abandonó el país sin haber logrado su debut en la Serie Nacional de béisbol, en diciembre de 2015.
Aun cuando jugar con los azules, pudo haber quedado pospuesto, Michel logró dejar evidencia de su calidad en otros escenarios de las categorías en que participó.
«Llevo jugando béisbol desde que tenía cinco años, siempre fue mi pasión, durante años hice la preselección de La Habana pero fue en el 2015 donde pude lograr hacer el equipo, con excelentes compañeros y un gran colectivo de entrenadores, fue una de mi mejores temporadas y ganar el título fue un sueño cumplido», comentó Gelabert a SwingCompleto.
Después aparecieron otros por realizar, esos que impulsan a dar nuevos pasos y que en ocasiones no pueden ser postergados. «Como todo pelotero quiero cumplir mi sueño de jugar en la Gran Carpa y estaba cien por ciento seguro de que era eso lo que quería y tuve la ayuda de un gran amigo».
Colombia fue el siguiente destino, y Michel nos asegura que «es un país espectacular pues el ambiente y las personas son como en Cuba, me mantuve entrenando y haciendo uno que otro showcase».
A comienzos de 2017 tras el interés de varias organizaciones se traslada hacia República Dominicana, la meta seguía siendo la misma: lograr la firma, un camino que estuvo cerca de abandonar. «La firma me ayudó mucho económicamente y mentalmente también porque fue bien difícil llegar ahí, mucho trabajo, muchos showcases y no veía ese momento, y hasta estuve a punto de renunciar y volver a Cuba».
En el 2018 concretó su contrato con Arizona Diamondbacks. «Fue uno de los pocos equipos en el que me sentí súper cómodo mientras hacía el showcase y mientras estuve en la academia por unos días quedé enamorado», confesó.
Antes de su inserción en el sistema de Ligas Menores de Estados Unidos participó en la Liga Dominicana de Verano en la que tuvo un balance de cuatro victorias y una derrota. «Fue una experiencia corta pero agradable. Al llegar a los Estados Unidos fue un poco difícil, sin embargo me adapté rápidamente al sistema. Para mi uno de los problemas fue el no hablar el inglés pero con el tiempo lo mejoré y créeme eso te ayuda avanzar muy rápido».
En su primer año de experiencia en el 2018 dejó un promedio de carreras limpias de 1.92, en 61 entradas de labor en las que propinó 77 ponches y otorgó 28 boletos, con cuatro victorias y una derrota, además de un WHIP de 0.918.
La segunda temporada fue muestra de su crecimiento. «Cada nivel que escalas es mucho mayor la exigencia y cada año debes estar igual o mejor que el anterior pero la clave es tener una buena preparación en la off season».
Durante el pasado año tuvo participación dentro de la Clase A Corta en la Nortwest League y en Clase A Media en la Midwest League, logrando entre estos dos niveles siete victorias con tres derrotas, 78 ponches, en 83 innings y dos tercios de labor y un promedio de limpias de 1,92.
Sobre los planes dentro de la organización en la próxima temporada el joven cubano no tiene conocimiento. «Para ser sincero no hubo tiempo de hablar de esas cosas, pues hay que centrase fundamentalmente en el desempeño en el Spring Training».
También expresó su criterio sobre el inicio de la temporada beisbolera afectada por la pandemia. «Hasta ahora todo está en el aire sinceramente los equipos no saben cuándo pueda comenzar una posible temporada ni siquiera si abra una, pero aun así hay que seguir preparándose y estar listo para lo que venga, en el mejor sentido de la palabra».
Justo cuando Michel comienza abrirse su propio camino rumbo a las Grandes Ligas, la posibilidad de jugar con Industriales en algún momento se torna distante, pero es algo que no descarta completamente. «Puede ser, pero tengo objetivos que cumplir primero, pero sin dudas sería un placer jugar con los Industriales».