La evolución de Lourdes Gurriel Jr.: De prospecto a slugger en 2 años

Por Juan Páez

Entre los más jóvenes representantes de la armada cubana en todo lo relacionado al béisbol de las Grandes Ligas, se habla mucho de jugadores como Yordan Álvarez o Luis Robert, pero poco se comenta de Lourdes Gurriel Jr. El menor de los Gurriel muchas veces pasa por debajo de la mesa cuando, al contrario, debería ser uno de los principales comensales en tener el plato servido.

El salto evolutivo de “Yunito” es de admirar. El suyo es un extraño caso: con su actuación, se burló de los reportes de los cazatalentos y ahora construye su propio camino a punta de la buena ofensiva que nunca le proyectaron en las granjas de los Azulejos de Toronto.

Aunque nunca dijeron que jamás batearía, los scouting reports de hace par de años destacaban el portento del brazo del cubano.

Era esa, junto con su versatilidad defensiva, la mejor herramienta de Lourdes Gurriel Jr. en el terreno del juego, no el bateo, ni el poder.

Y los informes no estaban del todo imprecisos para el momento: Gurriel Jr. nunca fue un toletero temible en las Ligas Menores pese a que mostraba poder ocasional y capacidad de conectar líneas.

Según Baseball-Reference, nunca conectó más de 10 estacazos de vuelta completa ni en las sucursales de los canadienses ni en la pelota cubana.

Pero el pelotero vive de ajustes, de corregir aspectos de su accionar para ser mejor. Y eso es lo que logró el nacido en Sancti Spiritus. Lo admirable es que los resultados llegaron en muy poco tiempo.

Ya se convirtió en lo que nunca fue, un bateador de poder, y es parte importante del núcleo joven de los Azulejos, junto con figuras promisorias como Vladimir Guerrero Jr., Bo Bichette y Cavan Biggio.

¿Qué pasó?

Sin saber si Lourdes Gurriel Jr. es un estudioso del juego o alguien que pasa noches y días en los cuartos de video, el jovencito hizo los ajustes necesarios.

En primer punto, empezó a descoser la pelota: su ISO, el poder aislado, pasó de .165 en 2018 a un excelente .264 en 2019.

Pasó de conectar 19 extrabases en 263 apariciones al plato en el 2018 a disparar 41 en 343 viajes totales al box en la más reciente campaña con Toronto.

En segundo plano, “Yunito” aprendió a dominar a su enemigo.

El pitcheo que más le hizo daño en su primera temporada en la Gran Carpa, el slider, recibió su mayor castigo en 2019. Pasó de registrar slugging de .339 ante ese envío a un .692 durante este torneo.

Mejor aun, frente a esa serpentina, totalizó nueve estacazos de vuelta completa, la tercera mayor cantidad de las Mayores y la segunda entre cubanos, solo por debajo de Jorge Soler, quien pegó 10.

Gracias a estos ajustes, el estatus del menor de los Gurriel subió y se estableció como una de las jóvenes estrellas de las Grandes Ligas. Lo saben los Azulejos.

Su organización reconoció al principio del receso entre campañas que, aprovechando su importante base de promisorias figuras, podrían desprenderse del antillano para tratar de recibir en cambio a un importante lanzador para complementar su rotación de abridores.

El orgullo de Sancti Spiritus y toda Cuba, a sus 25 años solo ha podido jugar 149 partidos en sus 2 temporadas de Grandes Ligas pero ha conseguido acumular 31 vuelacercas y 85 impulsadas en ese lapso, dejando claro que, una vez que esté completamente sano, será la estrella que varios creemos que es.

Aparentemente, luego de la contratación de Tanner Roark, eso no ocurrirá y Gurriel Jr. podrá seguir desarrollándose y estableciéndose en el equipo canadiense.

Estadísticas de Lourdes Gurriel Jr. de por vida en las Grandes Ligas: