Desde que das el primer signo de vida, tienes marcado la fecha en que vendrás al mundo, y aunque no lo sabes, tienes también marcado el día que dejaras de existir, porque nuestra vida tiene tiempo finito.
Se asemeja a la carrera de béisbol, que sientes que se va acabando y los que te rodean lo empiezan a sufrir, te replanteas, te exiges más y hasta buscas variante para que no acabe, pero cuando ya te convences, solo te queda despedirte e intentar que los que han estado ahí siempre contigo no lo sufran más de lo que lo ha hecho quien ha luchado.
Pero luego del béisbol tendrás otra oportunidad de seguir la vida, pero cuando el juego de la vida se está acabando no podemos extenderlo como un juego de extrainning.
Así lo ha expresado el exlanzador Jim Corsi, que dedicó parte de su vida al béisbol, y pudo jugar en las Grandes Ligas por espacio de 10 temporadas (1988 – 1999)
Este lunes anunció que tiene cáncer de hígado y colon avanzado y que no le queda mucho tiempo de vida. En una entrevista con WBZ-TV en Boston, el exlanzador explicó que el cáncer le ganó la batalla y que lo tiene en el hígado en etapa 4 y se ha extendido al colon.
Con solo 60 años de vida, nacido en 9 de septiembre de 1961 en Boston, logró encaramarse en la lomita del mejor béisbol del mundo. Hizo su debut el 28 de junio de 1988 ante los Milwaukee Brewers, trabajando una entrada completa con un hit, un ponche y una base por bolas. Luego de 10 temporadas dejó línea fija de 22-24, 3,25 de efectividad en 481 y 1/3 de entradas de labor, en su mayoría como relevista, pues solo inicio un encuentro en su carrera. Además de compilar 290 ponches, siete juego salvados, con un WHIP 1,332, para un bWAR de 8,0. (Tomado de Baseball Reference).
Corsi participó en dos postemporadas, en la Serie de Campeonato de la Liga Americana de 1992 con los Oakland Athletics, (0-0, 0,00 de efectividad en 2,0 entradas de labor y dos bases por bolas) frente a los Texas Rangers, y en la Serie Divisional de la Liga Americana de 1998 con los Boston Red Sox, trabajando tres entradas sin permitirá carreras, con dos hits y par de ponches ante los Indios de Cleveland.
En la misma entrevista dijo:
«Estoy en paz. Sé que si muero, me iré a un lugar mejor «, dijo Corsi a WBZ. “Esa es la cosa número uno. Lo siento por todos los que dejaré atrás.
“Cometí un error cuando era más joven al no hacerme una colonoscopia”, dijo Corsi. “Yo era un atleta profesional y pensaba que era invencible, fuerte. Usted no es. El cáncer no perjudica a nadie”.
Al final en el juego de la vida cometió un error con una mala decisión, pero al referirse de esta forma rápida, dio a entender que se va como un luchador, como lo hizo durante sus 10 temporadas, seguro de que enfrentaba el problema por muy gordo que fuera. La vida de Jim Corsi se empieza acercar a su final y con ella deja su legado de haber tenido el talento y privilegio para jugar en Grandes Ligas, y sentirse orgulloso de haber representado a su tierra natal.