Por SwingCompleto/ contacto@swincompleto.com
Esta vez no se trata de figuras relacionadas con el béisbol pinareño, el cual ha sido bastante golpeado en el último mes ya sea por contagios e incluso con la fatalidad del deceso de hombres como Giraldo González, Reinaldo Costa y Vicente Llano.
Sin la trascendencia de los nombres mencionados, el hecho de haber sido parte de la Serie Nacional de Beisbol en la Isla, es suficiente para dedicarle un espacio a Agustín García Baró, cuyo fallecimiento pasó inadvertido prácticamente.
García fue lanzador de las escuadras de la provincia de Guantánamo y llegó a integrar la selección de Orientales que tomó parte en la Serie Selectiva de 1983. Era la época donde Alfonso Ilivanes lideraba el staff de monticulistas de los Indios, mientras en la lid selectiva estaban aglutinados otras estrellas de la talla de Braudilio Vinent, José Luis Alemán, Rafael Castillo y Félix Núñez, entre otros.
La muerte de Agustín, quien residía desde hace un tiempo en La Habana fue provocada por el mismo virus que sigue atacando a miles de cubanos diariamente, con una cifra oficial de alrededor de un centenar de occisos por día.
Tal información fue dada a conocer por el exlanzador Miguel Ángel Domínguez después de conversar con el Comisionado Provincial, quien también le aclaró que había sido totalmente falso lo que se había comentado sobre Emiliano Diament.
Convertido durante varios años en unos de los relevistas más efectivos de la pelota cubana, el oriundo de Yateras se encuentra recuperado desde hace rato de su afección, por lo que el comentario de algunos sobre que había corrido la misma suerte de Agustín había sido solamente un rumor.
Después de debutar a finales de la década del ochenta y ser parte de aquellos Serranos en las últimas Selectivas de ocho equipos, Diament conformó una de las mejores duplas de relevistas que tuvo el béisbol en la Isla junto al también diestro Eddy Nelson Savón.
Fue considerable su incidencia en la clasificación a play off de los Indios por primera ocasión en 1997-98, y volvió a ser protagonista en la temporada siguiente cuando estos certificaron su mejor actuación en Series Nacionales al quedar cuartos luego de perder en semifinales frente a Santiago de Cuba, monarcas a la postre de aquel certamen de 1998-99.
Entre 1987-88 y 1999-2000 acumuló balance de 28-27 con 22 juegos salvados. Su mejor cifra de rescates fue en la referida campaña 1998-99 en la que sacó del aprieto a su equipo en un total de nueve oportunidades además de su excelente foja de 8-3.