Lázaro Vargas: «La Federación Cubana tiene que dirigirla un pelotero»

Por Yasel Porto     Una nueva voz autorizada se suma a las que incontables que en los últimos tiempos han señalado que la Federación Cubana de Béisbol necesita la sustitución de su “eterno” presidente Higinio Vélez, a quien responsabilizan de varios de los problemas que han acompañado a la pelota cubana desde que él ha estado al […]

Por Yasel Porto 

   Una nueva voz autorizada se suma a las que incontables que en los últimos tiempos han señalado que la Federación Cubana de Béisbol necesita la sustitución de su “eterno” presidente Higinio Vélez, a quien responsabilizan de varios de los problemas que han acompañado a la pelota cubana desde que él ha estado al frente de la entidad hace más de una década.

   En esta ocasión se trató de uno de los jugadores emblemáticos de Industriales, Lázaro Vargas, quien por mucho tiempo fue uno de los antesalistas más estelares de nuestra Serie Nacionales. 

   En palabras exclusivas para Swing Completo el polémico expelotero y manager dijo que el trabajo de Higinio como funcionario ha sido negativo, independientemente a advertir que su relación con él nunca tuvo un momento de crisis o dificultad y a que hay un grupo de problemáticas que escapan a su responsabilidad. 

   «Sobre lo que está pasando en el béisbol yo creo que todas las partes son responsables. Higinio es el director de eso y está de acuerdo con todo lo que está pasando y entonces si él en un momento determinado acepta lo que está pasando es gran culpable», prosiguió Vargas, quien a la pregunta de qué haría si él estuviese en el cargo del vilipendiado directivo santiaguero consideró que su primera acción sería traer de vuelta a todos los jugadores que saben lo que está pasando, que tienen los conocimientos reales del juego porque lo sintieron cuando eran atletas. 

   «Hay que traer a aquellos que pueden entender mejor las cosas porque las sufrieron y saben lo que pasa un pelotero dentro y fuera del terreno de juego», aseguró. 

   Vargas agregó una segunda medida a aplicar en un supuesto caso de estar como Presidente de la FCB, mucho más abarcadora que la primera. 

   «Yo cambiaría todo el sistema de competencias que existe en la actualidad. Compactaría mucho más al béisbol y los técnicos podría así trabajar mejor con peloteros de mucha más calidad y eso haría que el nivel suba más porque se van a enfrentar entre sí”. 

   En otro momento del intercambio consideró que una Liga Profesional, la superación técnica de los entrenadores y la conformación de un equipo Cuba con peloteros que juegan en Grandes Ligas y Ligas Menores son medidas que deben formar parte de una estrategia futura a corto o mediano plazo en dependencia de las complejidades de cada aspecto.

   Sobre sus principales propuestas para sustituir a Higinio mencionó los nombres de sus excompañeros de equipo provincial Pedro Medina y Rodolfo Puente, además del villareño Antonio Muñoz e incluso citó al ex tercera base matancero Leonardo Goire, quien fungió por un tiempo como jefe técnico del béisbol cubano. 

   «Ellos y otros están totalmente capacitadas para estar ahí, pero lo que sí pienso es que la Federación Cubana la tiene que dirigir un pelotero», dijo categóricamente el hombre que decidió el Campeonato Mundial de Italia 1988. 

   Igualmente consideró a Antonio Castro, Vicepresidente de la Federación Internacional por varios años como una propuesta ideal para asumir el mandado en el contexto interno. «Tiene el deseo de hacer las cosas bien y de que todo salga lo mejor posible. Eso lo ha demostrado con los años y mucho de lo que se ha logrado más allá de Cuba con nuestra pelota él ha jugado un papel muy importante», finalizó.

   Lázaro Vargas está considerado uno de los mejores peloteros capitalinos que han actuado en Series Nacionales con un estilo de juego caliente que le ganó enorme popularidad dentro y fuera del entorno habanero. Después de su brillante trayectoria de más de dos décadas llegó a ser manager de Industriales con el subtítulo de 2012 y el tercer lugar en 2014 como principales resultados. 

   El mítico número 20 campeón olímpico en Barcelona 1992 y Atlanta 1996 vive la mayor parte del tiempo con su familia en Miami, Estados Unidos, aunque no ha perdido su residencia cubana. Poco después de dejar la dirección de equipos en Cuba decidió encaminar a su hijo Miguel Antonio dentro del béisbol profesional norteamericano. Allí ha demostrado su talento natural a nivel de Ligas Menores con los Dodgers, pero este año se perdió toda la temporada desde el punto de vista competitivo a consecuencia de la pandemia de la COVID-19.