Por Clemente Correa
Armando Ferrer asumió las riendas de los Cocodrilos de Matanzas en la Serie 59, tras haberse ausentado de la pelota cubana durante algún tiempo y luego que el conjunto yumurino ocupara el lugar 16 en la tabla de posiciones en la versión 58. En su regreso, logró la corona que por cerca de 7 años soñaron los fanáticos en la Atenas de Cuba.
Este hombre, bautizado por muchos como un sabio del béisbol, debutó como manager en la pasada temporada, sin embargo, su hoja de servicios en los campeonatos domésticos se remonta, dos décadas atrás, cuando se desempeñó como preparador físico de los Henequeneros campeones de 1990 y 1991, bajo la égida de Gerardo Sile Junco.
Swing Completo conversó con este atípico mentor durante una visita al emblemático estadio Palmar de Junco, en su provincia natal.
Al referirse al estado actual del béisbol en la Isla, manifestó que los peloteros cubanos tienen calidad para desempeñarse en cualquier liga del mundo, pero en muchas ocasiones necesitan resolver los problemas económicos y de otra índole que los afectan y los limitan de poder desempeñarse a fondo en el terreno.
-¿Qué piensa acerca de los jugadores que desean jugar por otras provincias?
El pelotero debe jugar donde mejor se sienta, en mi opinión particular, si un jugador que yo dirijo me solicita jugar por otra provincia, por el motivo que fuera, en ningún caso voy a estar en desacuerdo, porque de hacerlo ese pelotero no se entregaría al máximo y yo voy a estar predispuesto, toda acción de juego que ese atleta realice en el terreno, estaría sujeto a un estado de evidencia, yo quiero al pelotero que esté dispuesto a ayudar a la provincia en todo momento.
Una muestra de eso es el caso de Moises Esquerré, un joven torpedero de Matanzas que se repatrió con nosotros y al ver que no tenía chance de ser regular en el equipo se lo cedí a Artemisa que me lo solicitó, este año el muchacho tuvo una buena temporada con los Cazadores, se desarrolló y ganó la pelota cubana, eso es lo más importante.
Sé que existen algunas regulaciones en el régimen de participación de nuestro campeonato, que le dan la potestad a las comisiones provinciales de negarle a determinados atletas trasladarse a otros territorios al ser talentos con un impacto inmediato o simplemente forman parte de la estrategia de la provincia, pero esto debe analizarse para facilitarle, sobre todo, a los peloteros jóvenes que puedan jugar más béisbol.
-¿Qué estrategia puso en práctica para poder imprimirle una mente ganadora al equipo?
Este mismo equipo, en años anteriores, había tenido buenos resultados y nunca alcanzó el campeonato por diversos motivos, nosotros le dimos la confianza al grupo y lo convertimos en una verdadera familia, ellos poseen la calidad, lo otro llegó solo.
-¿Cómo valora el apoyo de las autoridades de la provincia en esta ocasión?
En todo momento contamos con el apoyo incondicional de las instituciones y organismos del territorio, estuvieron al tanto del más mínimo detalle, el colectivo de atletas, entrenadores y el personal que tuvo que ver con este resultado les estaremos eternamente agradecidos.
Estuvimos una semana en un hotel de Varadero con la familia y posteriormente realizamos un recorrido por centros laborales y estudiantiles. Los muchachos han sido estimulados pero todavía faltan algunas cosas por darle que se ganaron por méritos propios.
-¿Cómo valora el apoyo de la afición?
Nos perseguían a todos los estadios de Cuba y siempre sentimos el calor de nuestra gente en las gradas, la conga, las peñas deportivas, nunca lo olvidaremos, para ellos nos sacrificamos.
Eso fue lo más grande que nos pudo pasar, todo el pueblo en las calles coreando «Matanzas campeón» y en cada territorio que estuvimos la fiesta fue enorme, yo estuve en el equipo cuando Henequeneros ganó y lo que pasó en esta oportunidad no tiene precedentes en la provincia.
-¿Qué fue de Ferrer en todo este tiempo que no tuvimos noticias suyas, dónde estabas?
Me encontraba trabajando en México con la organización Piratas de Campeche, por ahí desfilaron unos cuantos cubanos cuando me desempeñaba como coordinador de la academia de Campeche, Alfredo Despaigne, Michel Enriquez, Yordanis Samón, Pedro Luis Lazo, Adiel Palma y Eduardo Martín Saura, entre otros.
Empecé como preparador físico y coach de primera tercera, después fui coach de tercera y dirigí la sucursal del equipo grande de los Piratas.
En Cuba dirigí primero en un evento internacional que en la Serie Nacional, esto fue durante los III Juegos del Alba en la Isla, formé parte además del colectivo de dirección en conjuntos Occidentales y algunos equipos Cuba, en una Copa Intercontinental y varios torneos en Holanda.
Sin dudas, necesitamos muchos Armando Ferrer en la Serie Nacional, y los tenemos esparcidos por el mundo, en la medida que seamos capaces de darnos cuenta que es hora que nuestros mejores técnicos se desempeñen en Cuba, iremos mejorando la calidad de nuestro béisbol. Por el momento ¡Bienvenido Profesor!