Por Alexander García Milián
Antes de ayer, el tiempo parecía infinito, el aire, el viento, las nubes, la gente caminando, todo daba sensación de eternidad y entonces pensaba que sí, que en el quinto juego de la gran final, Freddy Asiel iba a erigirse como figura para darle la corona a Matanzas, pero no, en este, su día, a la hora buena, como tantas otras veces, las cosas salieron mal.
La crónica estaba medio preparada, la idea estaba en la cabeza, hasta había pensado en un título- Freddy se llena de gloria- y como en aquella oportunidad frente a Holguín cuando buscaba su victoria 100, lo de este jueves fue un festival de batazos que parecía no acabar.
Para la victoria 100 tuvo que esperar a los Playoff para lograrla ante Sanctis Spiritus; para volver a tener una oportunidad así como la de ayer, de ser figura otra vez, de demostrarle en buena lid a Lázaro Blanco que él es el mejor; para eso tendría que producirse un conjuro de colosal dimensión y en un hipotético juego siete tener el chance pero todo apunta a Yoannis Yera.
Ya, ahora, muchos comentan que lo de ayer fue adrede, que sí el no olvida su bronca con Matanzas, aquellos años de rivalidad entre Cocodrilos y Azucareros- ¡Puro brete!- digo y creo que no tiene sentido esto ni ningún otro criterio similar pues Freddy ya fue refuerzo de los yumurino con Víctor Mesa y no lo hizo mal, de hecho en Play Off contra Pinar tiro un épico séptimo juego.
Sí lectores, el hombre tiene carácter y es bastante profesional, hay que admitirlo, en aquel juego contra Pinar dejo el partido igualado a dos carreras y cuando relevo Alexander Rodríguez – ¡ Pumm!- jonrón de Yosvani Alarcón para darle el triunfo a los pativerdes y echar por la borda la buena labor de Freddy Asiel.
La suerte no camina con Freddy y si alguien duda que es un factor determinante en el béisbol, miren con Villa Clara, con el equipo Cuba, cuando Freddy lanza no se batea, se falla a la defensa como lo hizo Arrebarruena en el primer juego de esta final… para colmo llega un punto en él, ser humano al fin, llega un punto en cual tiene un mal día, como paso este jueves.
Es Freddy así tantas veces, lanza un juegazo contra México en el partido inaugural de la Serie del Caribe en San Juan 2015 y pierde 2-1 por un error, luego contra Venezuela en semifinales sale mal, le dan hasta por los ojos, Cuba remonta y gana al final pero el no puedo ser protagonista… siempre la mala suerte ahí, haciendo de las suyas.
La crónica estaba escrita y había vuelto a sentir aquel fanatismo insidioso que tuve por Freddy hace unos seis u ocho años atrás, pues esta pelota que se está jugando ahora, así con los toques maluchos de siempre, en verdad mueve sentimientos; la crónica estaba escrita pero la tuve que deshacer y escribir esto, ya ven lectores, las cosas siempre no salen como uno quiere.
Nos vemos a la vuelta.