El deporte de la Mayor de las Antillas vivió una jornada para el olvido el lunes 20 de noviembre. La debacle fue visible esta vez en en un partido amistoso de fútbol. Un marcador apabullante en contra del seleccionado de Cuba fue una muestra del bajísimo nivel cualitativo del once caribeño. Pero, un capítulo vivido por un futbolista cubano se robó las miradas de miles de aficionados.
La historia tuvo su plaza en la arena Volgogrado, en Rusia. La selección local acogió a su similar de Cuba, en el primer desafío de por vida entre estos equipos. El marcador final de 8-0 resultó un recuerdo de la diferencia latente en el campo de juego.
El primer tiempo presenció los goles de Obliakov, Golovin y Miranchuk, pero el golpe recién empezaba. Al comienzo del segundo tiempo se desató un vendaval ruso, quienes anotaron en cinco oportunidades más. Silianov, Sobolev, Prutsev, Krivtsov y Mostovói rompieron las redes de la portería caribeña.
Futbolista cubano protagonizó increíble acontecimiento
Lo increíble sucedió al finalizar las acciones deportivas. El futbolista cubano Fabian Gloor saludó a los jugadores rivales Golovin y Miranchuk, y les pidió una camiseta como recuerdo. La petición fue cumplida, pero los rusos solicitaron también la de Fabian. ¡La respuesta de Gloor dejo estupefactos a sus interlocutores!
El de Cuba no podía cumplir con lo pedido por una sencilla razón: solo contaba con una. Los jugadores de la isla no pueden intercambiar sus camisetas, pues se quedarían sin ninguna. Un vergonzoso hecho. La negativa de Fabian Gloor fue aceptada bajo la incredulidad.
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Si esto le parecía suficiente, estimado lector, aún hay más. Según un reporte de la Agencia de noticias EFE, los botines que llevaron los atletas del Caribe fueron inservibles en ese escenario, por lo que instantes antes del enfrentamiento tuvieron que comprar nuevos.
«Surgió el problema de las botas. Nosotros tenemos campos artificiales. Cuando llegamos a Rusia, entendimos que necesitábamos otro calzado para jugar el partido» dijo Miguel Ángel Díaz, directivo de la Comisión Cubana de Fútbol.
La información de EFE señaló que los visitantes tuvieron que comprar botas con tacos, lo que sorprendió a la prensa local.
Al final, los acontecimientos dejaron al desnudo las carencias que lastran al movimiento deportivo cubano. Esta vez le tocó al fútbol ser el desdichado protagonista.