La clase 2024 del Salón de la Fama de las Grandes Ligas será la más nutrida desde 2019. El dominicano Adrián Beltré, el exreceptor Joe Mauer, el antiguo primera base Todd Helton se unirán en el verano al manager Jim Leyland para celebrar su inmortalidad en lo que pudo ser un grupo donde se incluyera al exjardinero Gary Sheffield.
El exslugger se quedó corto por menos de 12% para ingresar al templo de los inmortales ubicado en Cooperstown y por supuesto no le agradó la decisión de los periodistas de dejarlo por fuera.
Sheffield ciertamente tuvo números para entrar al conectar 500 jonrones, lograr 1600 remolcadas, más de 450 dobles, 1600 anotadas y dejar un sólido OPS de .907 en sus 22 años de carrera.
Hubo un pequeño detalle: en 2004, según un reporte del San Francisco Gate, el antiguo paleador admitió que consumió testosterona para mejorar su rendimiento. Poco antes de empezar el proceso de votación de 2024, se retractó de aquella declaración y dijo que jugó limpio.
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Gary Sheffield: «Es un sistema defectuoso»
El antiguo jardinero Gary Sheffield sacó a relucir su molestia sobre el resultado del Salón de la Fama. En 2024 fue su último año en la papeleta y ahora está a merced del Comité de Veteranos.
«Estoy sorprendido«, le dijo el expatrullero a Bret Boone en su podcast. «Realmente, tenía esperanzas de que iba a entrar este año. Evidentemente, es un sistema defectuoso«.
Gary Sheffield nunca estuvo tan cerca de la inmortalidad como en 2024. En sus nueve años previos en la boleta solo en una ocasión sacó más del 50% y eso fue en el 2023. En este proceso logró pasar del 50 al 63%, pero aún así se quedó corto del 75% necesario.
En un momento dado, parecía que iba a entrar porque en el conteo de Ryan Thibodaux estaba por encima del 70%. El gran problema es que aquel monitoreo solo llegó al 50% de votos que se hicieron públicos, pero al trascender la otra mitad, eso jugó en contra de Gary Sheffield.
«Es un sistema defectuoso porque hay gente ahí que no te ve día a día«, concluyó el antiguo slugger. «Si lo hubieran hecho, no habría firma de que te vieran directo a la cara y te dijeran que tal jugador es mejor que este. Es un proceso parcializado, con mucha política envuelta y muchas otras cosas más«.