Por Ernesto Amaya
Desde que iniciaron los entrenamientos de la preselección pinareña a la Serie 59 se corrió la bola de que un zurdo matancero vendría a eliminarse y a tratar de ganarse un puesto en la rotación de los más occidentales.
El rumor tomó las calles y los comentarios sobre la velocidad y la curva de Moisés Palacios se expandieron entre toda la fanaticada. El hecho de venir de tan lejos a buscar un hueco en la serie suponía que algo no muy grato le había pasado por tierras yumurinas.
Hoy Moisés es uno de los zurdos de confianza de Alfonso Urquiola y ha tenido un papel fundamental en el desenvolvimiento del equipo pinareño.
¿Cómo llegas a Pinar?
Todo fue iniciativa de Donal Duarte que estuvo de vacaciones por Cárdenas. Fue al estadio y me vio lanzar en el bullpen, me dijo que si quería ir para Pinar y le dije que no, que mi deseo era continuar en Matanzas. Pasó un año y no hice en el sub 23, así que decidí venir para acá.
¿Por qué te desechan en Matanzas?
Tenía problemas con el control y me dieron la fama de malo. Decían que era bolón, que no daba strike y no me ayudaron. Quería salir adelante allá porque quería triunfar, pero se me acabaron las fuerzas y psicológicamente me desmotivé, por eso decidí venir a probar suerte en Pinar y todo me ha salido bien hasta ahora.
Estoy en la Serie Nacional que es una de las cosas que todo pelotero cubano quiere lograr y he tenido algunas salidas aceptables. Siempre estoy enfocado en mejorar.
¿Piensas regresar a Matanzas?
Por una cuestión de ética me quedaré en Pinar, aquí me extendieron la mano y no los voy a defraudar. Solo me falta seguir preparándome para hacerlo mejor cada día.
Me siento bien físicamente, la potencia es buena y los lanzamientos rompientes los domino. Por momentos no he salido del todo bien por cosas que suceden en la pelota, pero tengo fe en que saldré adelante.
¿El mensaje a esos que no confiaron en ti?
Decirles que nada es imposible en la vida. Les demostré que yo sí puedo, ya que no es fácil formar parte del mejor staff de Cuba. A veces me pongo a pensar que cuando estaba en la preselección hubo lanzadores con experiencia y años de labor que no pudieron hacer el grado, eso significa que en realidad sí podía lograrlo en Matanzas y en cualquier provincia de Cuba.