El pelotero cubano Guillermo García por estos días está derribando la opinión de unos cuantos que dudaban de su talento. Los partidos de preparación del equipo de Cuba con vistas al venidero Clásico Mundial de Béisbol ha sido el escenario perfecto para su mensaje.
Recordemos que el oriundo de Granma fue marginado del listado final de este conjunto. Esto sucedió debido a la incorporación de algunos atletas que se desempeñan en ligas foráneas. Por dicho motivo, muchos seguidores se resignaron a esta verdad, aunque miraban estos juegos de preparación como una oportunidad de demostrar su real valía.
Guillermo fue incluido como parte de la reserva para poder cumplir estos desafíos, pues la nómina del equipo Cuba aún no está completa a la espera de la llegada de la «legión de otras fronteras».
Te puede interesar: Clásico Mundial: Equipo Cuba ANUNCIÓ abridor y relevistas para Juego 3 en Japón
«Ese solo irá a tirar agua al terreno», decían. «Lo suyo es cargar bates», comentaban. «Para entrenar esta bien pero después para su casa», agregaban.
El joven ha destruido el pesimismo con el cual quisieron herirlo y está haciendo lo que es adecuado en estos casos: mostrar sus herramientas atléticas y un bateo consistente.
Con un promedio cercano a los 400 de AVE y el único jonrón salido de los bates antillanos, se ha ganado la admiración de los aficionados, pues ha dado hasta la última gota de sus esfuerzos para dar a entender que hubiera sido una opción viable con vistas al magno evento que se avecina.
Guillermo García no gasta palabras en algo que ya no tiene solución, solo demuestra con hechos y conexiones sólidas su candidatura hacia nuevos horizontes deportivos.
Su mensaje es alto y claro: el talento no puede ser enmudecido, más temprano que tarde reluce frente a las dificultades.