Por Juan Páez
Aroldis Chapman pareciera que nació para los grandes escenarios de la postemporada. Es allí donde el cerrador de los Yankees de Nueva York se hace aun más dominante, más letal para los bateadores. Es en esta etapa cuando se quita el traje de hombre de un solo inning para convertirse en un apagafuegos que, sin problemas, puede sacar uno, dos, tres outs más si hace falta.
El pasado lunes, por ejemplo, selló el triunfo de los neoyorquinos para dejar en el camino a los Mellizos de Minnesota y avanzar a la Serie de Campeonato de la Liga Americana. Lo hizo con 1.2 episodios de un hit, sin carrera, un boleto y tres ponches.
El salvado representó el cuarto de al menos 1.1 innings para Chapman en playoffs. Desde 2016, cuando llegó el primer rescate de ese estilo para él, solo es superado por Kenley Jansen, quien acumula cinco gracias al matrimonio inseparable de los Dodgers de Los Ángeles con la postemporada.
Mejor todavía: en la historia del juego hay solo 15 lanzadores con, como mínimo, cuatro salvamentos de más de 1.0 entrada en la pelota de octubre. Chapman integra esa lista, que tiene a Mariano Rivera como el único serpentinero con al menos 10 de esas decisiones (31).
Curiosamente, todos los que tienen de seis en adelante pertenecen al Salón de la Fama de las Grandes Ligas, a excepción del activo Jansen: Rivera, Rich Gossage (7), Rollie Fingers (6) y Dennis Eckersley (6).
Puro éxito
Lo mejor de todo para el siniestro nacido en Holguín es que prácticamente no falla cuando amerita que vaya por más de 1.0 tramo. En las nueve presentaciones de 1.0+ capítulos que tiene de por vida en postemporada, con o sin situación de salvado, su efectividad es de 1.72, con 23 ponches en 15.2 innings. Siete de esos nueve trabajos los sacó en blanco.
Chapman, quien sumó 2.2 episodios sin rayitas en la Serie Divisional frente a los Mellizos, tiene seis apariciones seguidas en playoffs sin saber qué es una carrera.
Desde el cuarto encuentro de la Serie de Campeonato que los Yankees perdieron contra los Astros de Houston en 2017, el taponero suma 6.2 tramos, en los que solo ha permitido par de imparables, con tres bases por bolas y 10 contrarios retirados por la vía del tercer strike.
En ese lapso, en el que solo tiene par de rescates, los rivales le batean para un pírrico average de .095.